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Así almacenan en Google los datos de millones de usuarios

Chile es sede del único centro de datos del gigante tecnológico en América Latina y el hemisferio sur. Está en Santiago, bajo estrictas medidas de seguridad.
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M. González / N. Hinojosa

"Si grabamos en CD toda la información que existe en Internet y ponemos los discos apilados, podemos ir y volver a Marte". De esa forma explicó Google la importancia que tiene para ellos extender continuamente su red de data centers (centros de datos), enormes edificios que, de manera diseminada y encriptada, almacenan la información de millones de usuarios de todo el mundo.

Son 13 los centros de datos que posee actualmente el gigante tecnológico y uno de ellos está en Chile, en la comuna de Quilicura, en Santiago. Es el único de América Latina y del hemisferio sur.

Además de oficinas y lugares de esparcimiento para sus cerca de 30 empleados, el recinto cuenta con unas enormes torres de enfriamiento que se aseguran de mantener en condiciones óptimas los servidores y discos duros donde guardan correos, documentos, videos, fotos y un sinfín de información de personas naturales y empresas.

Todo aquel que visite el edificio debe firmar un acuerdo de confidencialidad y cumplir con una serie de medidas de seguridad. Pero el acceso es limitado y sólo unos pocos tienen la posibilidad de ingresar a la zona donde se emplazan los servidores. "De aquí hacia allá es donde no podemos pasar ni sacar fotografías", dice uno de los encargados de seguridad, apuntando hacia una sala separada por una gruesa puerta de vidrio y un sistema de doble verificación que incluye escáner de iris.

La idea de construir un data center del gigante tecnológico en Chile se anunció el año 2012, con un compromiso de inversión de US$ 150 millones. Tras más de dos años de construcción, el recinto comenzó a operar en enero de 2015.

Los 13 centros que posee Google alrededor del mundo están interconectados por cables submarinos -propiedad de la compañía- por los cuales transita la información. Aunque se conoce la ubicación de estos recintos, ningún usuario puede saber en cuál de ellos se almacenan sus datos, los que, además, están diseminados en "miles de pedazos" por toda la red. Esto hace que sea "imposible acceder a ellos", dicen los ejecutivos.