Blanco Encalada: herencia de los gringos y el ferrocarril
Es una de las calles más antiguas de El Colorado, que alberga el legado de las construcciones de los administrativos del Ferrocarril Inglés.
A los pies de un barranco se alza Blanco Encalada, simbólica calle de El Colorado que nació al inicio del siglo XX albergando sencillas casas de pino oregón.
La calle se llama así por Manuel Blanco Encalada, el primer Presidente de Chile en 1826 a la sazón de origen argentino. No obstante, esta arteria es una de las más antiguas del barrio El Colorado e histórica, dado que ésta articula luego Pedro de Valdivia, Pasaje Los Robles y calle Las Cabras.
De acuerdo a Patricio Rivera, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat, el origen de la calle está ligada al barrio y ya aparece en registros de 1900, incluso antes de la edificación de la Iglesia San Geraldo en 1908.
"Esta calle empieza o termina en la actual Desiderio García, aunque antes de eso, atravesaba esa calle y conducía al antiguo Colorado de las calles Balmaceda, Valparaíso y Colón. Por tanto, el barrio se enlazaba a la vez por un pasaje que conecta hasta ahora con Los Robles y a la vez terminaba en la antigua escuela que atendió en principio a los obreros ferroviarios y que luego fue Hogar de Escolares andinos llegados del altiplano a principios de los 80", describe el historiador.
Orgullosos coloraínos
Giorgina Allende es una orgullosa "coloraína", quien ha visto pasar por sus ojos los hitos de su barrio. Antes vivió en la calle Pedro de Valdivia y no hace más de nueve años llegó a Blanco Encalada.
Su casa es una de las que quedan de la herencia de los llamados "gringos", quienes ostentaban inmuebles más cómodos, espaciosos y con acabadas conexiones eléctricas.
"Esta casa también tiene todas las cañerías puestas por la pared. De hecho cuando una vez vino un maestro a realizar una reparación se impresionó porque un pedazo de cañería pesaba más de un kilo", cuenta la vecina.
Una casa más allá vive Jorge Astudillo, quien se declara un orgulloso "poto verde", en mención al apodo que reciben los del barrio El Colorado.
Dice que no quisiera irse del sector, porque todos se conocen y se cuidan en este histórico sector de Iquique.
Urbanidad
En el origen de la calle Blanco Encalada las construcciones eran casas sencillas de madera de pino de oregón. Luego llegaron las de concreto, más otras son del diseño urbanístico clásico del Iquique de 1920, cuyo frontis era de madera y ventanas con barrotes.
"Un ejemplo de ello son las fachadas de las casas de la familia Paéz o en los setenta de la familia González-Rivera. Estas casas se sitúan cronológicamente desde 1920, aunque hay algunas, ya desaparecidas, que fueron edificadas hacia 1905 o 1910, pero que dieron paso a las más antiguas fachadas actuales y claramente a modificaciones de concreto y de altura, como las que se ven hoy", comenta Patricio Rivera.
No obstante, una de las casas más emblemáticas, y numeradas (5, 6, 4, etcétera), aún guardan el estilo antiguo. Son las casas de los empleados administrativos del Ferrocarril Inglés, el antiguo Nitrate Railways Company, llamado "La Naitre" por los antiguos iquiqueños. Este ferrocarril data de 1871 en Iquique y obviamente en El Colorado se edifica su antigua estación hacia fines del siglo XIX y por ello su nacimiento como población fue originariamente de pescadores y luego de obreros ferroviarios.
"Las casas son construidas por los ingleses, los llamados 'gringos' por los coloraínos y hasta hoy, al preguntar por ellas, se responden que las hicieron los gringos, son casas más edificadas y cómodas que el resto de Blanco Encalada, gozaban de conexión eléctrica a la casa de fuerza del antiguo Ferrocarril Inglés y a la vez tenían amplio espacio de living room y cocina con despensa y daba paso a un amplio patio que colindaba a un sitio eriazo por el sur", expresa Rivera, quien agrega que más arriba estaban los corrales del Matadero Municipal. "Todas son iguales, salvo la primera por el poniente u occidente que es más pequeña y con el baño sobresaliente, al parecer, hecha para un obrero que oficiaba de sereno", adiciona.
El también doctor en Didáctica de las Ciencias Sociales y la Historia complementa que respecto a su urbanidad destacan los juegos de columpios y la plaza edificados durante el primer período alcaldicio de Jorge Soria y la primera Junta Vecinal, cuyo primer presidente fue Guillermo Rivera Mesías ("El Patria") en 1958, según el registro del diario El Tarapacá.
Además el tren salitrero, como luego el de Ferrocarriles del Estado, eran parte del paisaje cotidiano de calle Blanco Encalada. Por calle Ferrocarril transitaban en trocha ancha, mientras por abajo en paralelo al norte de calle Las Cabras transitaba en trocha angosta.
PRESENCIA DEL PC
El barrio El Colorado es políticamente diverso, pero desde sus orígenes y atendiendo a las características de los sectores populares de Iquique de principios del siglo XX, tuvo una fuerte presencia del Partido Comunista con células que funcionaron activamente desde los años 50 hasta el Golpe de Estado, teniendo más de 80 militantes, que fueron detenidos, torturados, exiliados y asesinados por los militares. En la dictadura las células del PC, pasaron a la clandestinidad, pero siguieron funcionando en el barrio mismo y por ello circulaba el periódico comunista El Siglo y el Rebelión de la Juventud Comunista.