El futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología, anunciado por la Presidenta, tendrá como foco fortalecer la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica, entre otros.
De acuerdo a los últimos datos de la Ocde, Chile es uno de los países que menos invierte en ciencia y tecnología. Cifras del Banco Mundial indican que Chile destina el 0,39% del PIB a I+D, siendo el promedio mundial un 2,1%. Este presupuesto no alcanza. A fines del pasado año, se votó en el Congreso el presupuesto 2017 para Ciencia y Tecnología. La propuesta de Gobierno fue recibida por la comunidad como positiva, pero insuficiente.
Otro consistente dato es que existen becas para que los científicos chilenos puedan continuar sus estudios en universidades extranjeras, con el compromiso de volver a Chile a implementar lo estudiado. Sin embargo, una vez de vuelta en el país, no existen suficientes plazas de trabajo para estos profesionales altamente capacitados. La Ley de I+D 20.570, siendo muy positiva en la rebaja tributaria, no incentiva a empresas nacientes basadas en I+D, porque generalmente éstas no tienen utilidades en fases tempranas.
Y si bien hay iniciativas que incentivan el desarrollo de este campo, como la plataforma de Biotecnología de Corfo y Fondos de Conicyt, otras le ponen trabas a la investigación, como lo hace la Ley Ricarte Soto en la investigación clínica. La comunidad científica es altamente productiva y valiosa, debemos aprovecharla. Es de esperar que este anunciado ministerio efectivamente fortalezca la industria en el país y además, contribuya a integrar los diferentes actores públicos y privados para un avance armónico en lo financiero, regulatorio y estratégico.
Es preciso dar señales claras y concisas para que la ciencia tenga el valor que merece. Hoy, más que nunca es importante evaluar la evidencia científica que existe, así como dirigir y encauzar los esfuerzos para continuar potenciando la investigación en el país.
Oscar Solar, CEO Cells for Cells y
Consorcio Regenero.