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Los estilos playeros que delatan a las diversas culturas en Cavancha

En un verano lleno de extranjeros, conozca cómo se vive la playa en las diversas culturas presentes en Iquique.
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Mijaíla Brkovic Leighton

Cavancha es, en esta época estival, el centro social de Iquique. Los turistas de todas partes de Chile y el mundo que visitan la costa tarapaqueña se encuentran en el balneario principal de la ciudad para disfrutar de la arena, el sol y el mar. Pero no todos tienen los mismos gustos ni tradiciones a la hora de decidir pasar un día en la playa.

"El iquiqueño puede venir sin toalla, sin quitasol y sin bloqueador", dice Fabián Aguilera, oriundo de la Tierra de Campeones que goza de una tarde playera con sus tres hijos.

Para él, es fácil reconocer a otro nortino en Cavancha porque va a "pasar metido en el agua, haciendo 'playitas' y nadando, y va a sentarse sobre las arenas blancas no más", asegura mientras sus hijos lo apoyan.

Y es que para los que nacieron en la capital de Tarapacá, la cultura costera es un legado inevitable y digno de orgullo. No es casualidad que, por ejemplo, el club Unión Morro haya salido siete veces campeón nacional -de ocho finales disputadas- en waterpolo.

"Nosotros no estamos acostumbrados ni nos gusta tocar mucho la arena", asegura Paulo Campo, argentino de Jujuy, quien explica que es por eso que los trasandinos, por lo general, usan reposeras cuando están en el borde costero.

Así, además del típico mate y termo que los delata como compatriotas de Maradona, se les puede identificar también por instalarse en la arena con mayor sofisticación.

"Pasa que a nosotros también nos gusta mucho observar el mar y conversar, no venimos sólo a refrescarnos en el mar", asegura el jujeño.

Por su parte, los vecinos de Bolivia también tienen su peculiaridad para enfrentarse al mar. "Primera vez que vengo y que uso bikini", cuenta Emiliana Eliseo, de La Paz, mientras se trenza el cabello y arregla su vestido típico de la zona del altiplano.

"He salido del agua y me he vestido rápido", cuenta. Y es que es una imagen recurrente encontrarse con mujeres del país de Evo Morales en la orilla del mar, mojando sus pies totalmente vestidas.

"He visto compatriotas que no entran al mar, pero depende de la cultura, de cómo se han criado. Tienes que tener en cuenta que en Bolivia no todos somos iguales. Yo, por ejemplo, siempre acudo a ríos de las Yungas a nadar y estoy muy acostumbrado a meterme a nadar", cuenta Carlos Delgado, veraneante paceño en Iquique.

"Al contrario, como yo no sé nadar, hasta cierto lugar nomás entro tranquilo, pero después ya con miedo", cuenta Jesús Peñaloza riendo, también boliviano.

"Un grupo grande de colombianos nos bañamos solamente detrás del Hotel Gavina, porque ahí es más tranquilo, parece piscina", cuenta Steven, quien asegura que este lado del Océano Pacífico le parece que posee un "mar más denso, con más fuerza que el Pacífico hacia el norte", dice. Además, asegura que los colombianos aprovechan de ir a la playa a trabajar, asunto que "hacemos con mucha responsabilidad", concluye.

"El iquiqueño puede venir a Cavancha sin toalla, sin quitasol y sin bloqueador".

Fabián Aguilera,, iquiqueño padre de tres hijos."