"Cuando salí eyectado del carro bomba pensé que iba a morir"
El voluntario de Chanavayita Marcos Opazo, quien viajó a combatir los incendios en la Octava Región, relata el accidente que casi le quitó la vida. Compara además la forma en que a veces son tratados en Iquique con el trato recibido en el sur.
Setenta y un bomberos de la región viajaron al sur del país a combatir los incesantes incendios que de hace varios días están devorándose lo que encuentran a su paso. Sin embargo, tres de los héroes sin capa tuvieron que regresar a sus casas por un accidente en su carro, apodado "la bestia", que casi les quitó la vida. Uno de ellos, el capitán y fundador de la brigada de Chanavayita, Marcos Opazo Olivares, salió eyectado, quebrando el parabrisas y quedando tirado entre unos arbustos de eucaliptos. La historia dice que por el impacto tenía que haber muerto. Pero él se salvó y nos cuenta su experiencia.
- ¿Qué ocurrió?
- A eso de las dos de la mañana íbamos a Portozuelo desde Chillán, porque los incendios estaban descontrolados, y cuando estábamos por llegar mi hermano que estaba manejando dice que se cortaron los frenos. Entonces se le avisó a los que iban en el carro de Chanavayita que debían afirmarse como puedan. Lo único que hicieron fue abrazarse y apoyarse entre ellos. Hasta que impactamos con una barra de cemento y yo salí eyectado por el parabrisas y me golpeé con unos eucaliptos. Después perdí la consciencia hasta que me di cuenta de que estaba amarrado en la ambulancia (...)
- ¿Qué lo salvó?
- El equipamiento que llevaba; su grosor y densidad lograron que no me golpeara tanto. Pero no iba con el casco, ya que con él pierdo un poco de audición y visión. De todas formas, todo lo asocio a un milagro.
Cuando salí eyectado, pensé que iba a morir y pasó por mi mente mi trayectoria como bombero. Recordé además a un joven que falleció en la ruta A-1, en un accidente donde yo acudí. También salió disparado del vehículo.
la bestia
Es conocido y fue entregado a la brigada de Chanavayita con el nombre de Pegaso, pero por su gran tamaño, los bomberos de la caleta le pusieron de cariño "la bestia" a su carro. Costó 230 millones de pesos y podía transportar 5 mil litros de agua, superando a los actuales carros bombas de toda la comuna de Iquique, que sólo almacenan 3 mil. Hoy, su ausencia se siente en el cuartel.
-La pérdida que más lamentamos es la del carro bomba de Chanavayita, que por el peso, uno de los más imponentes de la región, y la magnitud del accidente no aguantó el impacto.
- ¿Por qué se le echará de menos?
- Entre los carros bomba de Iquique era el que tenía mayor capacidad, y era el único de su especie. Ahora entrar a mi cuartel y ver que no está mi carro es triste, me da pena saber que perdimos a uno de los nuestros. Es una baja importante para nuestra brigada. Como tú sabes, si en un cuartel de bomberos no hay un carro, no tenemos corazón.
Pero gracias a las gestiones del superintendente de bomberos de Iquique, en los próximos meses llegará un nuevo material, pero con capacidades diferentes al de "La bestia". Esto, en parte, llenará el espacio que dejó.
- ¿Con que realidad se encontraron en el sur?
-Con una muy diferente a la que muestran en la televisión. La gente está sufriendo mucho más por la pérdida de sus cosas. Es todo mucho peor. Sin embargo, cuando llegamos las personas nos entregaban todo lo que tenían para que nosotros siguiéramos trabajando. Nos llenaban de alegría y siempre nos ofrecían comida; al campamento llegaban con sándwiches, agua, cigarrillos, con todo. La gente del sur tiene un corazón grande. Es muy distinta al iquiqueño, yo lo soy también, pero varias veces acá nos han agarrado a piedrazos, nos han golpeado y hasta nos han robado las cosas.
- Por los siniestros en el sur y la importante y sacrificada labor de Bomberos en la lucha de combatir el fuego, exponiendo sus vidas, se ha propuesto que reciban un sueldo (...) ¿Estás de acuerdo con esta idea?
-Si los bomberos recibieran un sueldo, se perdería el amor que uno tiene a la institución. Yo llevo 17 años de servicio y nunca he querido recibir un peso a cambio de lo que hago. Y lo hago porque tengo vocación, y los bomberos de Iquique piensan igual que yo.
Si se llegara a entregar un sueldo, la pega no se haría con el amor con que uno ahora lo hace. No sería lo mismo. Si me ofrecen un sueldo por ser Bombero, dejo esto y me buscaría otro trabajo, porque no me gustaría que me pagaran por ver el sufrimiento de otras personas.
"No me gustaría que me pagaran por ver el sufrimiento de otras personas"