Secciones

Los anhelos y las intenciones por recuperar playa El Colorado

¿Es posible una playa como Cavancha en el sector norte de Iquique, rodeada de industrias, a pasos de los barcos de la Armada y en medio de la zona franca? Autoridades y vecinos lo creen posible, haciendo memoria de sus años dorados.
E-mail Compartir

Mauricio Torres Paredes

Son las 14 horas de un día cualquiera y un pequeño grupo de jóvenes hace bodyboard bajo un muelle derruido en la playa El Colorado. Y aunque la siguen llamando "playa", el sector está rodeado de cañerías, naves militares, basura y un acceso poco acogedor.

Los riders son de los pocos que siguen acudiendo a esta playa al norte de Iquique para disfrutarla como tal, accediendo a ella por un pequeño tramo entre la Cuarta Zona Naval y Corpesca. Hace medio siglo todo era distinto.

Pescadores

El historiador Patricio Rivera explica que el balneario siempre fue popular, "el espacio de los plebeyos de Iquique, del proletariado urbano".

"Su comunidad se componía por pescadores de la misma caleta El Colorado que estaba en la playa, obreros ferroviarios y matarifes (faenadores del antiguo matadero municipal). Los coloraínos (residentes de barrio El Colorado) lo llamaban 'Acapulco' por la tranquilidad de sus playas, arena dorada y extensión", relata.

El investigador de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat explica que la playa no puede entenderse sin la pesca, considerando la gran cantidad de recurso pelágico pues la playa era lugar de depósito de huevos de algunos peces. En el lugar se realizaban los "chinchorreos", pesca colectiva desde la orilla que cubría con una red la playa para agrupar a los cardúmenes.

Además era un lugar de recreación. Para Rivera "a diferencia de Cavancha, que no era tan popular porque estaba alejada de la ciudad y se llegaba a ella a carreta por la actual avenida Balmaceda, El Colorado era el lugar de sociabilidad que permitía recrearse en su gran extensión y belleza de vista, sobre todo a la bahía con veleros y clippers de la época salitrera, luego buques de carga, carboneros y petroleros, incluso buques de la I y II Guerra Mundial que se abastecían en Iquique".

Y así como la época dorada del balneario no puede comprenderse sin la pesca, tampoco puede recrearse sin su barrio.

Para el dirigente histórico del barrio El Colorado, Sergio Vivanco, la importancia de esa playa solo se entiende en el contexto de un antiguo Iquique con pocos habitantes.

El residente sostiene que "recuperar la playa es un anhelo bastante fuerte y cada vez se hace más urgente porque Cavancha está colapsando por la gran cantidad de turistas en verano. Aquí teníamos una playa hermosa, de arenas amarillas, que desgraciadamente la industria echó a perder cuando puso las arenas negras. Además se autorizó, como por diez años, sacar arena. Partía en la Cuarta Zona Naval, que tomó su parte en el gobierno militar, y terminaba camino a Punta Negra donde hace 40 años se botaba la basura en Iquique. Se decía que eran cinco kilómetros de playa".

El dirigente de 75 años, quien a los 16 se integró a la Marina como grumete, cuenta que para el sector norte el balneario lo era todo. Hace cincuenta años, recuerda, todos se conocían, la playa era un lugar para sociabilizar, iban a mariscar, a bañarse, contaban con una cancha. Incluso hoy se sigue realizando en ese sector el carnaval del barrio.

"Era un Iquique de 40 mil habitantes. No era necesario ir a Cavancha. Sería posible recuperar la playa si hubiera voluntad política, pero es pura palabrería. Todos los consorcios pesqueros deberían irse o ellos mismos preocuparse de hacer algo turístico. Pero ahí hay intereses políticos, hemos visto cómo se ha tejido la maraña", manifiesta.

Incluso así, el vecino reconoce que en el auge pesquero, su barrio fue el que más aportó en recursos humanos, dando patrones y tripulantes pesqueros, hijos de pescadores que sabían de mar.

"Las pesqueras dieron trabajo, pero el costo social fue tremendo. No tenían filtro para detener el colado, la sangre, y envenenaron todo, el pescado se fue", dice.

Patricio Rivera desarrolla una cronología de deterioro: las pesqueras comienzan su primera fase en 1940 comprando incluso el producto a los pescadores artesanales, su expansión alteró el ecosistema a fines de los sesenta y el colapso del balneario se concretó a mediados de los años setenta.

"Si bien la industria en conserva o de filete de pescado no fue tan dañina con el ecosistema, sí lo es la extracción de la anchoa que hace la harina de pescado, dado que ésta hierve el producto, lo elimina de humedad y lo reduce a sólido en harina. Eso requiere un proceso más complejo, altamente químico y de preservantes que se vierten a la playa como desechos, matando la fauna marina", explica.

A esto se suma la contaminación acústica y el olor a vaho que emana de las pesqueras, además de la termoeléctrica a petróleo que mantenía la cobertura eléctrica de Iquique.

"Contamina por el desecho de líquido que era de combustible fósil y ese uso, por las grandes chimeneas y turbinas que aún se observan, permite inferir que se liberaban grandes y diarias partículas de dióxido de carbono al aire y otros contaminantes, óxido de azufre, de nitrógeno y partículas en suspensión", agrega.

Proyecciones

La Municipalidad de Iquique ha propuesto un plan integral de borde costero, el que busca unir Bajo Molle con el Marinero Desconocido (por Huayquique, playa Brava, Cavancha, Balmaceda, Bellavista, El Morro y La Puntilla con el paseo Lynch).

El municipio apunta a que se debe recuperar el borde costero como bien de uso público, ya que es "el gran espacio público de la ciudad. El Colorado debe incluirse dentro del proyecto macro".

La idea es que se pueda impulsar junto a un nuevo Plan Regulador, una "renovación urbana, conservando las características privilegiadas del lugar, geográficas (playas) y económicas (beneficios tributarios de la Zona Franca de Iquique). El sector debiera convertirse en un polo económico para la ciudad", informa el municipio. Así, se proyecta hotelería, un centro de convenciones, un puerto crucero y ampliar el mall Zofri.

La municipalidad espera "lograr la integración armónica del proyecto de borde costero con el resto de la ciudad. Debe considerar a los residentes permanentes del sector, logrando así un sentido de pertenencia y la sustentabilidad". Y aunque no hay fechas ni plazos para el programa, su concreción está estrictamente vinculada al Plan Regulador, el que deberá discutir la actual gestión comunal.

El alcalde de Iquique Mauricio Soria dice que con esta herramienta se podrá cambiar el uso de suelo. Tampoco descarta las expropiaciones.

"El Plan Regulador determina las directrices de lo que se puede hacer. Cuando hay cosas que ya están instaladas, lo único que queda es expropiarlas. Se puede transformar el destino industrial en comercial. La propuesta del Plan Regulador nos va a entregar calles, parques, accesos", expresó.

De todos modos, Soria espera que los propios empresarios aporten ya que "el privado también puede invertir. Si quieres construir un parque en todos esos terrenos que son privados, la única forma es expropiándolos, pero los privados también pueden generar esos espacios". El jefe comunal adelantó que el Plan Regulador tendrá instancias participativas en el concejo municipal y con la comunidad, por lo que estarán abiertos a escuchar opiniones.

Peligros

Actualmente el sector es ocupado por una serie de industrias. Según Zofri, el espacio que abarca los terrenos entre la avenida Arturo Prat y el borde costero al norte de la ciudad, equivale a cerca de 30 hectáreas, de las cuales el 70% corresponde a terrenos de empresas pesqueras y de servicio. El 30% es de Zofri, y está destinado al rubro automotriz de vehículos usados.

No obstante, el principal obstáculo es otro, y ahí no todos tienen una mirada optimista respecto al futuro de la playa. Años de actividad industrial han generado, a juicio de los especialistas, un grado de contaminación importante, lo que dificulta una total recuperación.

El biólogo marino de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat Edgardo Santander, asegura que la playa está "bastante contaminada y las probabilidades de recuperarla requieren de mucha intervención".

"Debe existir una política para recuperarla, no se puede con esfuerzos individuales. Ahí está todo el emplazamiento industrial de Iquique, además de la actividad portuaria. También está el emisario submarino de Punta Negra, de Aguas del Altiplano, nuestros desechos de todo el día. Yo creo que de cinco a diez años se puede recuperar", expresa, aunque con sus reparos.

"Antes se pensaba que el océano era una fuente infinita de reservorio de desechos, pero no, todos los sistemas tienen capacidad de saturación. ¿Volver a lo que era antes de la actividad industrial?, soy pesimista. La calidad del agua, la materia orgánica, y la vida que había, ¿recuperarla?... Sacaban mariscos, pescaban y eso hoy no ocurre", agrega.

A la polución se debe añadir la necesidad imperante por parte del gremio industrial de contar con un sector para llevar a cabo sus actividades productivas. Además, la Armada de Chile podría mantenerse instalada en ese lugar bajo el resguardo de la "seguridad nacional".

"Se puede transformar el destino industrial en comercial

Mauricio Soria, alcalde"

"Era un Iquique de 40 mil habitantes. No era necesario ir a Cavancha

Sergio Vivanco, dirigente"