Josefa Herrera Zuleta
En pleno casco histórico de Iquique se puede encontrar un palacio que data de la época de esplendor del salitre.
Según Ivonne Paz, guía turística del Astoreca y administrativa, la historia de su construcción parte cuando llegó Juan Higinio Astoreca, proveniente del puerto de Bermeo del país Vasco a sus jóvenes 18 años. Ganó buena fama como comerciante y conoció a Matías Granja, empresario del salitre. Formaron una sociedad y las salitreras del señor Granja comenzaron a tener un mejor comercio. Por esos tiempos, Juan Higinio Astoreca conoció a Felisa Granja, media hermana de Matías, y se casaron. "Aquí queda toda la fortuna en familia. Como regalo de bodas recibieron una salitrera y el señor Astoreca llegó a tener siete de su propiedad absoluta", comenta Paz.
En 1902 el matrimonio encarga la construcción de una casona de veraneo en Iquique al arquitecto Miguel Retornano. En 1904 se terminó edificar el Palacio Astoreca, pero para entonces Juan Higinio Astoreca había fallecido y su esposa, en 1909 vendió, con mobiliario incluido, la gran casona de la familia.
Desde entonces el palacio fue la casa de la intendencia de la región hasta el año 1977, cuando fue declarada Casa de Cultura y funcionó como oficina. Durante 1994 fue declarado Monumento Nacional y un año después quedó bajo el alero de la Universidad Arturo Prat.
Con música antigua, muebles que cautivan, un vitral al medio del cielo del salón principal que sorprende y un piso original, antiquísimo y en perfecto estado, el Palacio Astoreca espera a los visitantes iquiqueños y turistas de martes a viernes, de 10 a 18 horas con entrada liberada, teniendo un cierre durante la hora de almuerzo.
"El espacio ha sido solicitado como locación para dos películas "Héroes" y "El adiós al séptimo de línea", cuenta la guía, quien agrega que "también de Bélgica han venido a grabar cuentos de terror de Oscar Wilde en el comedor".
Diversos políticos como Pedro Aguirre Cerda, Arturo Alessandri, Fidel Castro y varios presidentes de Chile han pasado por el Palacio, e incluso algunos han pernoctado en el lugar, como el poeta Pablo Neruda.
"Para nosotros es importante que los estudiantes, los iquiqueños, vengan a conocer la historia. Nuestra relación de vinculación es con ellos y con la gente que no es de acá", dice Ivonne Paz.
El lugar también sirve como espacio cultural para lanzamientos de libros y lecturas de diversos géneros, cuenta Paz que "el encargado es un reconocido escritor e hijo ilustre de la ciudad, don Pedro Marambio".
A pesar de la importancia cultural del Astoreca, Paz alega que los bares que se ubican alrededor y los basureros instalados justo en la entrada van a deteriorar la infraestructura, ya que encuentran basura y a personas en estado de ebriedad en el frontis de la casona a diario.
113 años lleva el Palacio Astoreca haciendo y recordado la historia en el paseo Baquedano.