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Con cocina chilena iquiqueña logra avanzar en MasterChef

En el primer capítulo de la nueva temporada del programa de Canal 13, la transgénero Andrea Cortés presentó a los jueces una receta de pantrucas que heredó de su madre, quien hace dos meses falleció y no pudo ver su incursión en la TV.
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Crismary Castillo Marengo

"Yo no tenía idea del casting de MasterChef Chile y una amiga, Verónica Muñoz, me inscribió y allí todo me llegó de sorpresa", cuenta Andrea Cortés, la primera transgénero que participa en el programa de Canal 13 y que este domingo emocionó a todo Chile con parte de su historia.

La iquiqueña quedó seleccionada luego de hacer un ceviche de pulpo, receta que heredó de su madre y que le sirvió como catapulta dentro de los siete mil participantes con quien compitió para quedarse entre los primeros 50.

"La cocina la traigo de mi mamá. Ella me enseñó y con el tiempo uno va a aprendiendo nuevas cosas y a mí me gusta mucho ir sacando recetas de libros y de las revistas", explica la participante.

Dedicatoria

Parte de la historia de vida que contó Andrea en el estreno del programa fue la poca relación que tuvo con su madre luego de cambiar su vida para sentirse una mujer plena y felizmente casada.

"Mi madre falleció en diciembre pasado y yo quería que ella viera el programa. Sin embargo no pudo verlo, pero en mi corazón le dedico todo el trabajo que estoy haciendo en MasterChef", expresa la cocinera.

Ahora, según cuenta, se vienen diversas sorpresas porque según sus expectativas esta es una gran experiencia que no desaprovechará porque es una vitrina para exponer su talento culinario.

"Estando en el programa te pones muy nerviosa porque los jueces están observando todo el rato lo que tú estás haciendo y tú debes hacer el plato según lo que ellos te presentan y no según lo que sabes. Ese es el gran reto", manifiesta.

Sobre los estrictos jueces Sergi Arola, Christopher Carpentier y Ennio Carota, la iquiqueña revela que éstos no se relacionan más allá del momento en donde evalúan cada plato de los concursantes.

"Uno no puede pedirle sugerencias a ellos ni tampoco te dan entrevistas o alguna foto. Hay mucha ética de trabajo", sostiene.

En cuanto a si este contexto le supuso mayor presión en las grabaciones, Andrea adelanta que sí. "Tú cocinas bajo mucha presión porque los jueces están recorriendo todo el set mientras cocinas y te preguntan. Ellos te dicen altiro si va quedando bueno o malo".

Competencia

Por otro lado, Andrea valora el buen ambiente que se vive en el set de grabación junto a los otros competidores.

"De primera es súper bueno y hay mucho chacoteo porque todos vamos comenzando. Luego se pone muy rígido porque todos queremos ganar y ya no hay amigos", dice Andrea, quien añade que al final se hizo muy amiga de todos los participantes.

Nervios

El pasado domingo fue el estreno del programa de cocina y Andrea tuvo la oportunidad de verlo en su casa acá en Iquique junto a su familia.

"Los nervios vuelven a aparecer. Yo no me acordaba cómo había sido la presentación ni lo que había dicho ni la ropa que llevaba puesta. Lo encontré (el programa) bien bonito y mis amigas me llamaron para decirme que estuve maravillosa. Así que hay que seguir viendo el programa porque se vienen cosas buenas", asevera.

55 años tiene la participante Andrea Cortés. Ella es la única representante del norte.