Ximena Araya Monroy
Jugar, pasear en la playa, hacer tareas e ir a la escuela, son las cosas que más le gustan de Iquique a Mariana Puita, una niña boliviana de 6 años, que ayer tuvo su primer día de clases en Chile.
Con orgullo muestra su cuaderno lleno de dibujos y al preguntarle qué espera de su colegio, sin titubear afirma con una gran sonrisa,"aprender a leer".
Igual que su compañero de banco Ian Huamani, quien un poco más tímido, cuenta que este domingo después de jugar, lo mandaron a dormir temprano para ir a la escuela.
Es que en la Escuela Centenario la integración escolar no solo es un concepto, sino una realidad que se vive desde su fundación con el aporte y vínculo con la colonia china, multiculturalidad que se observa hasta el día de hoy en sus aulas y recreos.
Así lo comenta el director del establecimiento, César Sepúlveda, quien afirma que cerca de la mitad de la matrícula son alumnos extranjeros, especialmente peruanos y bolivianos o chilenos de padres extranjeros, que conviven tranquilamente con el resto de los nacionales.
Quienes deben velar en primera instancia por esta formación sin prejuicios, ni estigmas son precisamente los docentes. Este es el caso de Yolanda López, profesora jefe del Primer Año Básico "B", del cual Mariana e Ian son alumnos.
Con un manejo propio de la experiencia y una voz serena, pero segura, la profesora Yolanda mantiene el orden y la tranquilidad en una sala llena de niños pequeños.
"Cuando salen al patio, yo les digo que se cuiden, que jueguen entre ellos".
Su clave, recordarles desde pequeños la importancia del respeto."Les digo que todos somos lo mismo, no tengo alumnos de preferencia, todos son uno", reflexionó la maestra, experta en método Matte, mientras los niños dan los primeros pasos en la caligrafía.
500 alumnos tiene la Escuela Centenario, la que acoge una gran cantidad de extranjeros.