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Las hazañas de Carla: una vida de servicio público que llegó a su fin

Once años cumplió este can -mezcla de golden y labrador- en Carabineros de Chile, donde colaboró en la búsqueda de cuerpos en diversas tragedias nacionales. Conoció Valparaíso, Constitución, Tocopilla e Iquique.
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Mijaíla Brkovic Leighton

Durante sus años dorados, el talento de la perrita Carla fue requerido a lo largo y ancho del país. Valparaíso, Santiago, Constitución, Concepción, Tocopilla e Iquique fueron solo algunas de las ciudades donde se pidió expresamente su trabajo, en el cual destacaba con creces.

Y es que, según cuenta su actual dueño y exguía, el sargento segundo de la primera comisaría de Iquique, Mauricio Calderón, "no cualquier ejemplar canino puede ser parte de Carabineros de Chile. Se necesitan muchas competencias", indica.

Egresada de la especialidad de búsqueda de personas en la Escuela de Entrenamiento Canino de Santiago en 2005, este animal de raza mestiza (golden y labrador) colaboró, mediante su preciso olfato, en la búsqueda de cuerpos de las catástrofes nacionales más impactantes de los últimos años. Y, en la mayoría de estas pesquisas, "hubo resultados positivos", señala Calderón.

Pero, como dicen, el tiempo no pasa en vano y el caso de este can no fue la excepción.

Así, en diciembre del año pasado, el sistema jubiló a Carla. "Estaba más lenta y cansada, así que la dieron de baja", cuenta el uniformado, quien optó por adoptarla.

Hazañas

La explosión de Valparaíso, ocurrida en 2007, fue el debut laboral de la entrenada cachorra. "Ella encontró al menos un cuerpo en esa ocasión", cuenta Calderón.

"A mí me fue designada en 2007 como ejemplar y, desde ese tiempo, soy su guía", dice el uniformado iquiqueño. Entre sus hazañas juntos, estuvo la de viajar hasta Tocopilla en 2015 en búsqueda de desaparecidos por el aluvión acontecido en esa localidad.

"Apenas llegaron los ejemplares, se fueron directo a los sitios donde el alud había enterrado a personas", relata. En la oportunidad, Carla encontró al menos dos cuerpos.

Pero el trabajo más largo y arduo fue el denominado 27F. "Al día siguiente de ocurrido el terremoto en la zona centro del país, nosotros partimos a Constitución, donde existían más personas desaparecidas. Estuvimos prácticamente trabajando dos meses en esa zona, porque también trabajamos en Dichato, Talcahuano y Concepción", cuenta el sargento. En aquella misión, los canes de Carabineros encontraron 50 cadáveres de los 96 hallados en el sector.

Solo dos casos de los desginados por fiscalía no fueron resueltos óptimamente por el trabajo de Carla.

"En Rengo estuvimos trabajando en la desaparición de una niña, que hasta el día de hoy no aparece (...) Y también formamos parte del equipo que buscó, durante un año, a José Vergara, desaparecido en Alto Hospicio. Pasamos por todo el desierto, llegando hasta Pisagua, pero no hubo indicios de ningún cuerpo", dice el uniformado.

Mitos

Cada vez que Carla cree haber olfateado un cuerpo sin vida, ladra y rasguña el lugar. "Nosotros les enseñamos mediante juegos. Ella ladra pidiendo su recompensa, que consiste básicamente en lanzarles una toalla para jugar", cuenta su entrenador.

Consultado por la forma en que enseñan a detectar el olor, Calderón asegura que es mediante productos químicos. "Hay muchos mitos urbanos que dicen que los hacemos adictos a las drogas o cosas de ese tipo, pero no son ciertas. Hay muchos productos sanos para los canes creados para este tipo de entrenamiento", señala.

hoy en día

Si bien las primeras dos semanas, Carla se quedaba llorando porque extrañaba salir a trabajar con su guía, hoy en día está tranquila.

"Ella hace de dueña de casa", dice el policía riendo, quien decidió seguir cuidando a quien fue su colega desde 2007 hasta 2016. "Me dieron la opción de quedarme con ella y decidí que sí, por lo tanto ahora es una hija más en nuestra familia", asegura el carabinero, que vive con su familia, dos hijas y su mascota.

Mauricio Calderón,, sargento y entrenador"

"No cualquier ejemplar puede ser parte de Carabineros de Chile. Se necesitan muchas competencias""

Sargento Mauricio Calderón,, primera comisaría de Iquique."

"Les enseñamos mediante juegos. Ella ladra pidiendo su recompensa, que consiste en lanzarle una toalla para jugar""