Carlos Luz Aguilera
Ayer, a eso de las dos de la madrugada, el preso Carlos Alejandro Mejías Rojas, condenado por tres robos con violencia y falsificación de documentos, se fugó por la ventana de un baño del Hospital Regional de Iquique, donde fue atendido por una supuesta apendicitis. Aún sigue prófugo, según una fuente de Gendarmería.
Esta misma fuente de la institución agrega que luego de ser revisado por un médico de este establecimiento de salud, se aclaró que no tenía nada y fue dado de alta. Después pidió ir a un baño y le quitaron las esposas. Afuera era esperado por dos gendarmes. De todas formas escapó por una ventana, según los antecedentes.
El director regional de Gendarmería, el coronel Sergio Castillo Caro, por su parte, confirmó la fuga de Mejías Rojas desde la unidad de Emergencias del centro asistencial Ernesto Torres Galdames.
La autoridad agregó que se entregaron los antecedentes al Ministerio Público y que se inició un proceso administrativo para determinar eventuales responsabilidades en la evasión. La Fiscalía, por su parte, informó que el fiscal jefe de Iquique, Gonzalo Guerrero, ordenó algunas diligencias.
Cuatro delitos
El interno, en tanto, ingresó en noviembre de 2011 a la cárcel por cuatro causas: por tres robo con violencia y por falsificar documentos. Le quedan tres años, hasta el 28 de marzo de 2020, para cumplir su condena en el centro penitenciario de Alto Hospicio. Cuentan en Gendarmería que ha cometido varias faltas y es reincidente.
El director del Hospital, Aldo Cañete, también se refirió a lo que ocurrió: "En el caso de pacientes privados de libertad o bajo investigación por delitos, nosotros cumplimos con el protocolo de permitir el acceso y acompañamiento de uno o más funcionarios de custodia en todo momento, lo que incluye el interior de la urgencia e incluso en el pabellón al momento de una cirugía".
Por último, aclarando las responsabilidades en estos casos de fuga, el profesional dijo lo siguiente: "Mientras nosotros velamos por los cuidados médicos, son los funcionarios de otras instituciones quienes deben resguardar y vigilar el actuar de los pacientes al interior del hospital".
Otra fugada
A principios de este mes otra persona se fugó en el hospital, aquella vez se trató de una mujer boliviana que se había tragado ovoides con droga, y por esta razón era atendida en el centro médico y custodiada por detectives de la PDI.
La institución policial informó que, por encontrarse en riesgo su vida, la mujer tenía que quedar hospitalizada por dos a tres días. Fue en ese periodo en que aprovechó de escapar, a pesar de que era custodiada por detectives. Hoy, es buscada por la PDI y la policía de Bolivia: están atentos de los movimientos en la frontera por tratarse de una extranjera.