"Llevo 45 años dedicado a la pesca artesanal"
Jorge Tabilo de 53 años se refirió a lo sacrificado de su actividad y la escasez del recurso natural.
Hace 45 años, cuando Jorge Tabilo era solo un niño de 8 años fue cuando se inició en pesca artesanal, actividad que ha sustentado a su familia durante tres generaciones.
"Cañipa" como es conocido por sus amigos y colegas en la Caleta Riquelme hoy tiene 53 años y según explicó desde niño fue cercano al mar, pero además de su curiosidad, las ganas de ayudar a su padre lo llevaron a comenzar a ser parte de este esforzado trabajo.
"Yo tenía 7 años y acompañaba a mi padre. Él tenía una falucho y yo empecé a los 8 años a salir a la mar. Navegábamos sin instrumentos ni nada, seguí con la tradición ya que toda mi familia hace esto, mi padre, mis hermanos, mis tíos, todos vivimos de esto", afirmó Tabilo.
El pescador comentó que en los tiempos de su niñez visitaba a su padre en la caleta en el histórico barrio El Colorado, lugar donde se enamoró de su trabajo y aprendió todos sus secretos de la mano de su padre. Cañipa confiesa además que siempre ha estado dedicado a esta actividad y que jamás se le ha pasado por la cabeza hacer otra cosa.
Por otro lado comentó que creía que la tradición seguiría y por lo mismo llevó a su hijo en una de sus tantas salidas de trabajo, pero la historia no se repitió. "Llevé a mi hijo a la pesca, probó, pero se aburrió y no quiso ir más, no le gustó, se dedicó a estudiar y no quiso seguir, tengo que asumir que es una vida difícil, pero terminó de estudiar y anda de tripulante de las pesqueras", comentó Tabilo, agregando que no le gustó mucho por la distancia que existe entre la pesca artesanal y la empresa pesquera.
Actividad
Al ser consultado por la realidad de la pesca artesanal, Tabilo manifestó que vive un momento complejo. "Ha estado mala la pesca, lo que pasa es que aquí se meten mucho las pesqueras, yo salí hace unos días a buscar carnada y una lancha traía como 50 toneladas de pejerrey para harina, después volví a encontrarme con una embarcación que traía aproximadamente la misma cantidad, pero de cabinza, la industria nos ha matado el trabajo", dijo.
El pescador explicó que esta actividad es muy sacrificada, indicando que algunas veces la labor es lucrativa, sin embargo en muchas ocasiones dependiendo las condiciones, hay días donde no pueden trabajar o incluso no hay peces en las zonas donde pescan habitualmente.
Según relató Jorge antiguamente salían por 3 o 5 días a zonas más profundas o más alejadas, donde se desplazaban sin instrumentos, solo guiándose por la geografía local, agregando que hoy en día todo es más fácil debido a la tecnología, pero en la actualidad sencillamente hay menos peces.
"Salgo todos los días cerca de las 6 de la mañana y descanso cuando está malo, cuando hay marejadas o cosas así, estando bien uno sale todos los días, pero hay veces que no hay pescado", expresó Cañipa, agregando que hoy se dedica a pescar solo pejerrey y cojinova, la que se extrae en sectores más cercanos a la costa.
Dificultades
Lo de Jorge Tabilo es un sincero amor hacia el mar, sin embargo tiene claro que no solo es una vida sacrificada, sino que también, se ha visto expuesto a diversas situaciones de peligro.
"He pasado momentos difíciles en la mar, nos hemos ido a pique, hace poco me pilló la mar y me dio vuelta, favorablemente salve todo, no perdí nada, hasta el bote salvé. En otra ocasión me pasó lo mismo, empezó a reventar la mar, se llevó la red y nos dio vuelta, llegaron Carabineros, la PDI, porque pensaban que me había ahogado, pero gente del puerto me sacó y logré zafar".
Semana Santa
Tabilo explicó que este fin de semana es importante para ellos, no solo por lo religioso, sino que también porque son los días en que más se vende este recurso que él se encarga de extraer para surtir la demanda propia de Semana Santa e indicó que todo depende de cómo esté la mar, ya que puede ser muy provechoso, pero también puede que este "mala", lo que les obliga a hacer grandes esfuerzos.
Cañipa recomienda a las personas que compren en la caleta, porque el producto siempre es fresco, pero aconseja que se fijen que al tocar el pescado su carne esté firme, revisar que las agallas tengan un color rojo. "Si uno toma el pejerrey por ejemplo del que están vendiendo en los mesones o el que traemos nosotros aquí en la misma caleta, se nota la diferencia, el del mesón esta blando, el de nosotros viene durito, fresco recién salido del mar, aquí la gente puede venir y los mariscos también vienen recién salidos, vivos".
Jorge "Cañipa" Tabilo, Pescador artesanal"
"Llevé a mi hijo a la pesca, probó, pero se aburrió y no quiso ir más, no le gustó"."