Francisca Cabello Iriarte

Aracelly Jofré Albadiz es iquiqueña, fotógrafa, maquilladora profesional y madre, una mujer multitasking que ha sabido incursionar en el ámbito del arte de forma equilibrada y totalmente autodidacta.

En la etapa de la universidad estaba estudiando Tecnología Médica, pero tuvo problemas con esta carrera y decidió dedicarse a la fotografía, ya que era un área que la satisfacía. "Hace siete años me dedico a las fotos, antes lo hacía como un hobby, pero luego pasó a ser un trabajo. Me di cuenta de que necesitaba trabajar con una maquilladora, pero en ese minuto no habían muchos profesionales en esa área y comencé a ver videos, investigar el tema hasta que me gustó y realizo las dos cosas", comentó Aracelly a La Estrella.

Una doble vocación que ha realizado de forma autodidacta, pero que comenzó primeramente por amor al arte. "Me tardé un año y medio en dejar de trabajar sin cobrar, y también para sentirme preparada para vender un producto de la mejor calidad y profesional", agregó.

Sus trabajos poco a poco se volvieron más conocidos en la escena local, tanto así que uno de sus trabajos dio a parar en la mítica revista de moda Vogue en versión italiana.

Trabajos

Fotografías ha hecho de todo tipo, capturas desde paisajes hasta de moda, pero últimamente ha incursionado en los retratos de los más pequeños.

"Honestamente, cuando mis fotografías empezaron a ser de modelaje, la gente sólo decía que eran bonitas, y eso no me llenaba, yo quería que perduraran en el tiempo, y la única forma de hacerlo fue con los niños porque sus padres los guardan como un tesoro", expresó la artista.

Llega un punto en el que ha explotado tanto un tema, como en ese caso la fotografía, que necesita un receso artístico para buscar nuevas inspiraciones, en ese momento llega el maquillaje, "con esto puedo pintar cuadros y maquillar. La gente no entiende el nexo de las fotos con los niños y el maquillaje, para mí son cosas separadas, me pasa que conozco gente que veo por la calle y me dicen que yo fotografié a su hijo que ahora están grandes, entonces eso me genera un lazo perdurable, en cambio con el maquillaje desarrollo mi área artística, trabajo mi pulso, los colores, la creatividad y combino mis dos grandes amores con la fotografía de beauty (belleza)", contó a este medio.

Proyectos

Talleres y cursos han complementado el trabajo de esta maquilladora y fotógrafa. De hecho está gestionando un curso de maquillaje profesional, el cual dura tres meses. "Incluirá desde aerógrafos, maquillaje para novias, sociales, artísticos y también que puedan desarrollarse como profesional, les enseñaré todo lo que yo he aprendido en estos ocho años", añadió.

Con esto busca a personas que les interese este rubro, ya que uno de los proyectos que tiene es irse a Taiwán. "Ahora último haré un curso profesional de maquillaje de tres meses que incluirá desde aerógrafos, para novia, sociales, artístico, desarrollarse también como profesional, todo lo que yo he aprendido en estos ocho años, todo irá en el curso. Para esto, "pretendo dejar a personas preparadas para que no comiencen desde cero como yo, ya que me demoré entre seis a ocho años perfeccionarme", sostuvo.

A pesar de esto, Aracelly siente que en el proceso de incursionar en estas actividades que realiza, Iquique fue un buen lugar, ya que "siento que no era tan amplia la competencia en ese entonces, entonces tuve ganas de hacerlo, si hubiese visto mucha competencia hubiese sentido que hay mejores profesionales que yo".

El ser una ciudad más pequeña la ha ayudado para lograr hacerse conocida en menos tiempo, ya que en Iquique la gente también reconoce lo multifacética que es y el hecho de no haber estudiado en una escuela para desarrollarlo, ya que sólo comenzó con las ganas de aprender.

6 a 8 años le tardó a Aracelly desarrollarse como profesional tanto en el maquillaje como en la fotografía.