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Joven piloto iquiqueña cuenta cómo cumplió su sueño de volar

Mariana Fernández tiene 22 años y 173 horas de vuelo. Es piloto comercial y en el futuro quiere entrar a líneas aéreas.
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Mijaíla Brkovic Leighton

A pesar de ser el medio de transporte más seguro del mundo, viajar en avión suele ser una experiencia que convoca emociones contrapuestas. Por un lado, la belleza de estar tan cerca de las nubes es única. Por otro, turbulencias y mal tiempo pueden tornar un vuelo tranquilo, en una situación tensa. Sin embargo, una cosa es disfrutar -o temer- de encontrarse a miles de kilómetros sobre la tierra volando pasivamente en una nave, y otra, muy diferente, es tener las agallas para pilotar una. Ese es el caso de Mariana Fernández, iquiqueña que con tan solo 22 años es piloto comercial.

"Siempre quise ser piloto. Era mi sueño. Desde niña que, cuando escuchaba aviones pasar, los buscaba en el cielo. También me llamaba mucho la atención conocer a la persona que estaba a cargo de la aeronave", recuerda la nortina.

Formación

Fue por su anhelo de infancia -que luego maduró y se transformó en vocación- que, al salir de la enseñanza media, Mariana decidió ingresar a una carrera como piloto privado en Santiago. "Inicialmente yo quería entrar a la Fuerza Aérea de Chile (Fach), pero mi familia me incentivó a la carrera comercial. Y hoy en día no me arrepiento porque son dos instituciones muy diferentes", dice la joven, quien actualmente cuenta con 173 horas de vuelo acumuladas como experiencia.

Además de trabajar realizando servicios aéreos (transporte de pasajeros, carga o filmes televisivos) para la empresa nacional Coastline, Mariana también se desempeña como instructora de teoría hace un año, enseñando a futuros pilotos de la región.

Mujer piloto

Si bien hoy en día Mariana se encuentra en una posición favorable dentro de su carrera, no todo fue fácil al comienzo. "Lo más difícil de estudiar para ser piloto tuvo que ver con que soy mujer, porque todavía existe ese cierto prejuicio de que las mujeres no somos aptas para hacer un trabajo que empezó por hombres", señala. "Pero ahora se está abriendo más y hay muchas más mujeres que antes, entonces se están dando cuenta de que podemos desempeñarnos igual que ellos", comenta.

Según lo que ella misma revela, para ser piloto se necesita tener confianza. "Nunca puedes tener miedo en un vuelo, porque así nada funcionaría", precisa.

Gracias a esa seguridad en ella misma fue que pudo conquistar su objetivo de convertirse en piloto. "El único temor que tuve al principio era no saber si yo contaba con las aptitudes necesarias porque, como dicen, 'hay que tener dedos pal' piano'", asegura. Y los tiene: en septiembre de 2015, con solo 20 años, Mariana aprobó su examen de piloto comercial, a bordo de un avión AFA.

Desde arriba

Según cuenta la experta en vuelos, lo que más le gusta de volar es poder apreciar la perspectiva de los distintos lugares desde la altura.

"Hay sitios que he conocido primero desde el cielo, como el sur de Chile", relata la tarapaqueña. "Ver los volcanes, montañas y bosques desde arriba es único", recuerda Mariana, quien realizó su vuelo más extenso entre la ciudad de Chillán y Temuco.

Consultada sobre qué es lo más difícil de pilotar una avión, la veinteañera asegura que es el aterrizaje. "Es lo que requiere de mayor atención porque el avión está hecho para volar, entonces uno le está quitando cierta habilidad para poder aterrizarlo", asegura.

Sin embargo, ella se siente confiada de sus capacidades, que además surgen de la pasión por su carrera.

Lo que sigue en el camino de Mariana es continuar ampliando su licencia. "Mi objetivo es llegar a las líneas aéreas. Por ahora, estoy en la aviación corporativa, pero quiero crecer y ganar experiencia para, más adelante, cuando me sienta más segura y preparada, postular a alguna línea", cuenta la joven iquiqueña.

Hasta el momento, la mayor cantidad de personas que ha trasladado Mariana han sido cuatro, cifra que, de acuerdo a sus planes, aumentará en un futuro, donde quizás la iquiqueña cruce los siete mares desde el cielo.

Mariana Fernández,, piloto comercial."

"El único temor que tenía al principio era no saber si 'tenía dedos para el piano'""