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El Mindfulness ayuda en el paso del colegio a la universidad

La creciente tendencia a practicar meditación para alcanzar un estado mental de consciencia ha ido acumulando evidencia científica de su efectividad en varios aspectos.
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Carolina Collins - Medios Regionales

Cada vez la ciencia acumula más evidencia de que el Mindfulness, la práctica de un tipo de meditación que busca alcanzar un estado mental de atención plena, es beneficioso de muchas maneras.

Que relaja, ayuda a combatir la ansiedad e incluso que puede ser útil para bajar de peso son sólo algunas de las bondades que se le ha atribuido a la práctica con disciplina de la meditación.

Un nuevo estudio científico también le otorgó al Mindfulness la capacidad de ayudar a los jóvenes en el difícil proceso de transición entre el colegio y la universidad, que para muchos puede traer problemas de adaptación y estrés.

Factores de estrés

El primer semestre de la universidad es un período de transición que, para muchos jóvenes, implica un cambio de ciudad y estar lejos de la familia por primera vez en la vida, así como una mayor carga académica y adaptarse a un nuevo grupo de compañeros. Todo eso puede resultar muy estresante.

Según investigadores de la universidad Penn State, de Estados Unidos, el Mindfulness puede ser útil para sobrellevar de mejor manera esa transición.

El entrenamiento

Para llegar a esa conclusión, los investigadores del Edna Bennett Pierce Prevention Research Center, dependiente de la universidad Penn State, pusieron a disposición de los estudiantes de primer año de esa casa de estudios un programa de entrenamiento de ocho sesiones de Mindfulness.

Así lo explicó Kamila Dvorakova, líder de la investigación, cuyos resultados fueron publicados en el "Journal of American College Health". Dvorakova detalló que a través del entrenamiento Mindfulness, los participantes aprenden a desarrollar una actitud de aceptación, sin juzgar y amable hacia los pensamientos y sentimientos del momento presente.

Programa especial

Para eso utilizaron el programa de Mindfulness, Learning to Breathe, que fue creado para adolescentes por la investigadora asociada del centro, Patricia C. Broderick.

El programa aplica siete elementos resumidos en el acrónimo Breathe (por sus siglas en inglés): cuerpo, reflexiones, emociones (o conciencia), atención, ternura (o compasión de sí mismo), hábitos saludables y empoderamiento.

Cincuenta y dos estudiantes participaron del entrenamiento y otros 53 no lo hicieron y sirvieron como grupo de control. El programa incluyó prácticas de autoconsciencia, habilidades de regulación de emociones y sencillas técnicas de atención plena para ayudar a los estudiantes a manejar situaciones estresantes.

Los estudiantes indicaron que los tres ejercicios más efectivos en la clase eran tres respiraciones conscientes, conciencia de la respiración y el Mindfulness de las emociones. Un 98% de los participantes dijo que le recomendaría la práctica a otras personas.

Los beneficios

Una vez finalizadas las ocho sesiones, la intervención fue asociada a un aumento considerable de la satisfacción con la vida de los estudiantes, así como con una importante disminución de los síntomas de depresión y ansiedad, en comparación con lo que se observó con un grupo de alumnos que no practicaron meditación.

En el estudio también se observó una disminución en el consumo de alcohol por parte de los estudiantes que se sometieron al entrenamiento, en comparación con los que no.