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"En la web somos una marca, la venta de nosotros mismos"

El sociólogo Pascal Lardellier, quien desde hace más de una década investiga las citas amorosas por Internet, aseguró que hay que desmoralizar el tema y que "siempre amamos como una época nos permite amar".
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Mabel González T.

El sociólogo francés Pascal Lardellier ha dedicado los últimos 12 años de su carrera a investigar las citas amorosas por Internet. Especialista en Ciencias de la Información y la Comunicación y académico de la Universidad Bourgogne-France-Comte, cree que los sitios web y aplicaciones para encontrar pareja han significado "una verdadera revolución copernicana" al que los expertos de su área deberían poner mayor atención.

Bajo el nombre "Find me somebody to love", el investigador ofreció esta semana una charla en la Universidad Andrés Bello, en la que hizo un recorrido de cómo se han configurado las citas románticas a lo largo de la historia, desde los rallyes o veladas de antaño en Europa, pasando por el speeddating, hasta llegar al soporte digital a mediados de los '90.

Amar en esta época

Lardellier remarcó, antes que todo, que "es difícil ser moralista con respecto a estos temas" y que el rol del sociólogo no es ese. "Creo que podemos decir que es una pena que haya una mercantilización de las relaciones interpersonales, pero siempre amamos como una época nos permite amar y una época es un corpus de valores y un conjunto de tecnologías", dijo.

"Creo que el amor en la era de la posmodernidad es un amor que se inventa también al interior de las redes numéricas", agregó el experto y opinó que estas plataformas son "la continuidad de los pequeños anuncios que se hacían en la prensa antiguamente".

Cada vez más solteros

Más allá de si ha sido una evolución positiva o no, el sociólogo expuso su visión de cómo funciona la búsqueda de pareja por medio de la web o aplicaciones, como la popular Tinder, comparándola con la lógica de un supermercado.

"Hay cada vez más solteros en nuestra sociedad y es verdad que estos solteros encuentran, en un dispositivo sociotécnico como Internet, la posibilidad de poder conocer personas con un principio, que es el del supermercado, en muchos aspectos: uno postea una ficha, uno se transforma en un producto, de algún modo, y los otros llegan a visitar las galerías y tratan de encontrar gente que físicamente y a nivel de personalidad y sociológicamente, sobre todo, le corresponde", explicó.

El personal branding

"En este tipo de páginas aparece el personal branding, la venta de mí mismo. En las redes sociales somos una marca", puntualizó. A su juicio, el éxito de estas herramientas responden, en parte, a "la timidez, a las molestias, un conjunto de cosas que a veces frenan el encuentro amoroso en la vida normal y que están ausentes en Internet. Estamos frente a una pantalla y eso nos protege de algún modo".

Segmentación

En Europa, buscar pareja en línea es socialmente aceptado o, al menos, un tema no tan cuestionado como en América Latina, dijo Lardellier. Ello ha llevado a estas herramientas a pasar a una especie de segunda etapa: la segmentación. En su presentación, el académico mostró una serie de portales europeos para buscar pareja, cada uno con sus particularidades y nichos: para veganos, para profesionales, para infieles, para aquellos que son de derecha, para agricultores, entre otros.

Al interactuar con personas de un perfil similar, dijo, "la segmentación social se acelera". En países como Chile, la realidad es distinta y el sociólogo cree que aún falta para un escenario como ese.