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"Ayekantun" y su alegría por el baile

En mayo del año pasado se organizaron para bailar y rescatar danzas tradicionales del norte de Chile.
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Crismary Castillo Marengo

Ayekantun viene del mapudungún que significa "una cosa divertida" y es precisamente esta premisa lo que motivó a un grupo de jóvenes hospicianos a crear su propio centro social y cultural en mayo del año pasado.

"Todos somos jóvenes que teníamos experiencia en distintas agrupaciones y por ello, quisimos crear nuestro propio centro llevando como nombre 'ayekantun' porque siempre como amigos se juntaban a bailar para divertirse", explicó Alison Astudillo del centro cultural.

Unidos

Durante sus primeros días de ensayos la unión de estos amigos motivó a otros jóvenes a unirse al club que hoy ya tiene a unos 30 bailarines de cueca entre sus filas.

"Hay niños de 12 años hasta ya jóvenes adultos de 26. Nosotros hacemos cueca que es nuestro fuerte, también bailamos tinkus, así como taquirari y chacarera" explicó Astudillo y añadió que como centro cultural se destacan porque además de bailes tradicionales chilenos, también les gusta conocer e interpretar danzas latinoamericanas.

"Nosotros ensayamos en la cancha que está detrás del cerro Esmeralda cerca de la plaza Padre Hurtado los días domingos de 17 y 20 horas", expuso la joven, quien agregó que estos horarios dependen de cada fecha del año porque dependiendo qué tan cerca esté el 18 de septiembre, sus ensayos se intensifican.

"En septiembre tenemos muchas presentaciones y participamos en desfiles. En enero y julio también se ensaya mucho y dedicamos más horas a bailar", contó.

Sobre qué buscan transmitir con su baile chileno, Astudillo expresó que en cada una de sus presentaciones quieren hacer llegar la alegría de los jóvenes cuando hacen algo que realmente les gusta.

"El baile nos une y nos motiva a seguir trabajando. Además que formamos muchos lazos de amistad porque los 30 bailarines somos de distintos lugares de acá de Hospicio y esto hace que cada uno siempre tenga algo nuevo que contar y también algo de lo que nosotros podemos aprender", describió.

Finalmente Astudillo manifestó que al contar con un número importante de jóvenes pueden compartir sus experiencias de forma más sencilla porque desde los 10 años pueden comenzar a participar en este centro social que se dedica a rescatar bailes tradicionales chilenos.

30 bailarines forman parte del centro social que cuenta con jóvenes de 10 a 25 años.