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Caravaneros del desierto serían tan antiguos como los de África y Asia

Historia de estos pueblos se remontaría a más de 6 mil años, dicen arqueólogos nacionales e internacionales.
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Redacción

El traslado de bienes y productos de un territorio a otro, utilizando animales para transportarlos, es lo que define a las caravanas de épocas prehistóricas, actividad económica que distintas sociedades humanas desarrollaron alrededor de todo el globo por miles de años.

El Desierto de Atacama también fue escenario de este tipo de organización de pueblos, definidos genéricamente como nómades, que, ayudados por caravanas de llamas, transportaban bienes de distinta naturaleza, como pescado, algas, guano de aves marinas, productos agrícolas, objetos de metal y piedras semipreciosas, entre otros, a lo largo y ancho de esta árida región para intercambiarlos.

La importancia social y económica del tráfico de caravanas en el Desierto de Atacama, en particular, y en los Andes, en general, llevó a que en Chile y en Tarapacá, más especificamente, se realizara el primer encuentro de especialistas mundiales sobre esta temática, contando con arqueólogos y antropólogos provenientes desde Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Israel, Bolivia y Argentina.

Tras compartir experiencias e investigaciones, los expertos concluyeron que, pese a la gigantesca distancia entre los distintos desiertos del globo, la organización de esta institución social de caravaneros habría aparecido en épocas similares, hace unos 6 mil a 5 mil años antes del presente (A.P.), y utilizado técnicas equivalentes.

Una de estas técnicas, y la principal, fue la domesticación y uso de animales de carga (llamas en los Andes, y burros, dromedarios, camellos, caballos, vacunos, yaks y cabras en el Viejo Mundo). En el caso del Viejo Mundo, las primeras caravanas habrían comenzado gracias a la domesticación de burros hace unos 6 mil años A.P., aproximadamente, mientras que, en Sudamérica, particularmente en los Andes de Bolivia, Perú, Argentina y el norte de Chile, habrían iniciado con la domesticación de las llamas entre los 6 mil a 5 mil A.P., las que luego comenzaron a ser usadas como animales de carga alrededor de 5 mil a 4 mil años A.P.

Pero pese a las similitudes, también hay diferencias. El destacado antropólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison y Fellow de la Academia Británica, Anatoly Khazanov, ejemplificó estas últimas con los distintos animales utilizados por los caravaneros según su territorio, además de los productos, bienes y mercancías que transportaban. Calogero Santoro, profesor de la Universidad de Tarapacá, abordó el proceso de intercambio también como uno de los puntos disímiles. "A diferencia de otros lugares del mundo, aquí no había monedas, lo que requirió que se establecieran medidas de equivalencia para intercambiar una porción de maíz por una porción de papa chuño, por ejemplo".

Estudiando el pasado

"Caravanas arqueológicas: En ruta al pasado, presente y futuro" se denominó el encuentro que por primera vez en nuestro país reunió a los más importantes investigadores dedicados al estudio de esta actividad. La reunión internacional se realizó en Pica, decisión que se tomó debido a que esta localidad fue un importante punto de convergencia de llameros de la antigüedad. Este era uno de los escasos oasis del Desierto de Atacama donde los caravaneros podían descansar y reunir fuerzas para continuar sus viajes desde y hacia la costa.

Al respecto, Persis Clarkson, co-organizadora del evento y profesora de la Universidad de Winnipeg, señaló que "Pica es una joya en el desierto", debido a que sus aguas permitían que los caravaneros pudieran refrescarse y alimentarse. Además, "era un nexo, un eje, de los viajeros de todas partes de los Andes. El oasis de Pica tenía una importancia altísima", comentó.

Para Santoro, este encuentro ha generado el inicio de una red mundial sobre la problemática de las caravanas. "Al estudiar de manera conjunta a estos pueblos, uno ve la importancia que han tenido en la historia de los últimos 5 mil años de la humanidad, tanto en la economía y el desarrollo social, a través de la complementariedad de recursos de distintas zonas, distantes entre sí, que los caravaneros visitaban, generando una gran integración de territorios". Por estas razones, considera que el taller fue el primer paso de un proceso de colaboración a largo plazo entre distintas universidades del mundo, para el beneficio de nuevas generaciones de investigadores y de las comunidades interesadas.

Se reconoce el apoyo de las distintas instituciones académicas que hicieron posible congregar a 30 personas en Pica por cerca de una semana, como Wenner Gren Foundation, Winnipeg University, Universidad de Tarapacá y Conicyt y el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Pica, representada directamente por su alcalde, Iván Infante; el director del Museo de Pica, Enelindolfo O´Rian, y su equipo conformado por Ximena Loayza y Luis Briones. Se destaca también la presentación de dos charlas públicas realizadas por dos de los participantes del taller, el Dr. Patrice Lecoq de la Universidad de Paris 1 y Lautaro Núñez, iquiqueño premio Nacional de Historia 2002 y académico de la Universidad Católica del Norte, además de la participación de una familia de caravaneros que mostraron y explicaron directamente cómo funcionaba el sistema de caravanas hasta hace pocas décadas atrás entre Bolivia y Pica.

"Pica es una joya en el desierto, debido a que sus aguas permitían que los caravaneros pudieran refrescarse y alimentarse".

Persis Clarkson, profesora Universidad de Winnipeg."