Iquique tiene el privilegio de decir que en su rada, hace 138 años, un grupo de valientes marinos protagonizaron una de las gestas más importantes de la historia naval del siglo XIX, donde una tripulación bien guiada por su capitán, Arturo Prat, prefirió morir por un ideal antes que arriar su bandera.
Parece una exageración, podrá decir quien no conoce la historia, pero cierto es que la contienda está al nivel de sucesos recordados en todo el orbe, como la batalla naval de Trafalgar, que ganó el almirante inglés Horatio Nelson a Francia el 21 de octubre de 1805.
Es por ello que Iquique no olvida y sabe reconocer, hasta nuestros días, a quienes trascendieron mediante sus valerosas acciones y fueron capaces de remecer las consciencias de miles de compatriotas en uno de los momentos más álgidos de la historia de Chile.
Prat, Condell, Uribe, Serrano, Aldea, Zegers y tantos otros pasaron de ser marinos a un ideal, un ejemplo para incontables generaciones que no dudan cada 21 de mayo en desplazarse hasta La Boya para conmemorar el hecho. No se trata de celebrar una guerra, consecuencia de la imposibilidad de llegar a un acuerdo pacífico entre países de un mismo continente, sino que el heroísmo y la abnegación de un grupo de personas que fueron capaces de otorgar sus vidas por amor a su patria.
Con su ejemplo, se recuerda que valores como la responsabilidad, el compañerismo, el sacrificio y la valentía existen, en momentos donde la sociedad sufre un verdadera crisis de confianza. El camino para superar el momento está justamente en los héroes, que nos recuerdan que son las mismas personas las que deben poner el bien común por sobre los intereses personales.
Para Iquique el momento es importante, pues la ciudad es otra desde el suceso, comparte su camino con el Combate Naval y también con el mar. Los iquiqueños aman su patria y su mar y es por ello que éste se debe cuidar y respetar, así como lo querían los bravos marinos que combatieron el 21 de mayo de 1879.
Sin duda la capital regional seguirá avanzando en los calendarios de la mano de su mar, de su historia y teniendo siempre en mente el ejemplo de los bravos de la Esmeralda.
"Para Iquique el momento es importante, pues la ciudad es otra desde el suceso, comparte su camino con el Combate Naval".