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COMENTARIO

Prat y las salitreras

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La poesía obrera de comienzos del siglo veinte tuvo -entre sus temas favoritos- a la figura de Arturo Prat y el combate naval de Iquique. William Sater señala que la explicación de la popularidad de Prat no debe buscarse analizando "la calidad de sus actos o de su muerte, sino en el pueblo chileno mismo", y lo más importante de sus conclusiones es que el fenómeno "Prat" pertenece al siglo XX más que al siglo XIX. Es cierto, la figura de Prat reemplazó en gran medida a la de O'Higgins, porque representaba mejor la sociedad finisecular y a la que emergía en 1900. Los valores que se asociaban a Prat llegaron hasta los más recónditos lugares del desierto tarapaqueño.

Una de las plumas más ilustradas del Iquique de comienzos de siglo fue la de Osvaldo López Mellafe, director del diario El Pueblo y dirigente local del partido Demócrata, en uno de los poemas que publicó en su diario dice:

Volverán otra vez, pueblos y pueblos, encendidos en cólera a luchar; volverá a levantarse entre los hombres, portentoso un titán; pero como los mártires de Iquique, como el sublime e incomparable Prat, no verán otro los futuros siglos, en tierra ni en el mar. (Osvaldo López, El Pueblo, 21 de mayo 1902)

En Dolores, el 21 de mayo de 1928 se conmemoró el 49° aniversario del combate naval de Iquique. Las actividades comenzaron a las 6 a.m. con una salva de cañonazos y diana por la banda, la que recorrió las calles de Dolores tocando marchas patrióticas. A las 8 a.m. se izó el Pabellón Nacional en la escuela fiscal, cuartel de carabineros y en toda la población. A las 10 a.m. en el kiosko de la plaza se dio inicio a un programa con alegorías, discursos, himnos, recitaciones. Le correspondió al alumno Enrique Alegría la poesía principal y a la alumna Carmela Cuellar el discurso. Se realizó un desfile de los alumnos de la escuela pública. Por la tarde hubo juegos populares, donde se destacaron las carreras de ensacados, las sillas musicales, la pesca milagrosa, la carretilla humana, la carrera de marraquetas a la americana, la carrera de gallinas, carreta con obstáculos, etc. Ya de noche, hubo salvas, elevación de globos, fuegos artificiales, quema de "salitrones", petardos (que se llamaban bombas, viejas y cucarachas). Todo concluyó con una velada organizada por los alumnos de la escuela fiscal bajo la dirección de la profesora, señorita Azócar, donde hubo alegorías a Prat, sinfonías, tangos, obras de teatro, recitaciones, comedias, etc., y, por cierto, el himno nacional.

"La figura de Prat reemplazó en gran medida a la de O'Higgins".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia"