Deportes - La Estrella

Fue la gran figura. El "Rey" de la noche. El más ovacionado. Y también el más solicitado. Arturo Vidal fue la gran atracción en el amistoso ante Burkina Faso. El volante del Bayern anotó dos de los tres goles de Chile, deleitó con su clase y con sus lujos, y regaló muestras de la humildad que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera.

Para el oriundo de San Joaquín no importa si al frente tiene a Cristiano Ronado, Lionel Messi o a un jugador que ni siquiera es profesional como ocurrió en la fría noche de ayer en el Estadio Nacional. Pese a que el duelo estaba muy lejos del nivel al que acostumbra medirse, Vidal se lo tomó con la misma seriedad de siempre. Y eso lo agradecieron los futbolistas rivales. Ya cuando finalizó el primer tiempo quedó claro que el volante no sólo era la atracción para los hinchas de la "Roja". También para los seleccionados visitantes. Cuando el árbitro tocó el pito para bajar el telón de la etapa inicial, un grupo de jugadores africanos corrió hacia el emblema de Chile. ¿El motivo? Conseguir su camiseta.

Fueron varios los jugadores que llegaron hasta el mediocampista, incluso, protagonizando una pequeña "pelea" entre ellos. Pero el "Rey" puso calma, los saludó a todos y a uno le regaló su prenda con el "8". Ese fue sólo el primer gran gesto de Vidal, pues finalizado el partido llegarían muchos más. Pese a que estaba fuera de la cancha tras ser reemplazado a los 77 minutos, cuando se acabó el encuentro cerca de seis africanos corrieron hasta la banca nacional. Los jugadores esta vez no sólo querían la camiseta del crack del Bayern, también querían inmortalizar un recuerdo con uno de los mejores jugadores del mundo. Y Vidal no les falló. El ex Colo Colo se dio el tiempo para sacarse fotografías con los humildes futbolistas de Burkina, quienes se turnaban para colocarse al lado del mediocampista.

Otro grupo no sólo quería una imagen con él, también otra vez se peleaban por esta vez sí quedarse con la camiseta del "Rey". Y el afortunado fue Youssouf Barro. Ya camino a los vestuarios el del Bayern siguió regalando fotografías a los rivales, quienes disfrutaban como niños de la humildad y disposición del hijo ilustre de San Joaquín. La procesión hacia el camarín de la "Roja" fue larga para Vidal. Tardó más de 20 minutos, pero él disfrutaba haciendo feliz a los rivales y recibiendo el trato de crack mundial. Para finalizar una noche llena de gestos de humildad, el volante terminó regalando toda su equipación ante los agradecidos abrazos y felicitaciones de los jugadores africanos.

2 goles marcó Arturo Vidal en el duelo amistoso ante Burkina Faso. El tercero lo anotó Angelo Sagal.