Crisis en los países árabes hace peligrar el mundial
El Mundial de fútbol de Qatar 2022 vuelve a estar en el ojo del huracán. Si antes fue por las críticas por la elección de la sede, ahora lo es por los líos políticos y civiles.
Actualmente Arabia Saudita, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto, Maldivas y Libia forman una alianza "anti-Qatar" y rompieron relaciones de todo tipo con ellos. ¿Por qué? Acusan a este país de dar apoyo al terrorismo y al extremismo (islámico). ¿Afecta esto a la realización del Mundial? La FIFA se ha mostrado distante de la polémica. Únicamente emitió un comunicado donde informó que mantenía "contactos regulares con el comité local de Qatar 2022". Es decir, separan lo deportivo de lo político y social. Eso, por ahora. Pero, después.
Harold Mayne-Nicholls, quien fue por años miembro activo de la FIFA y una de sus misiones fue inspeccionar en terreno las sedes para acoger el Mundial del 2022. En su informe expuso que Qatar no era la mejor opción. "Nos dijeron que tenían un sistema para enfriar las canchas, las tribunas y los centros de entrenamiento. ¿Pero si el sistema falla? Además, hay que pensar en los aficionados: en el verano qatarí a veces ni se puede caminar".