Sufrió una golpiza brutal con patadas, combos y una botella
Lo atacaron cuando se acercó a un carro de comida en la calle Tarapacá. Uno de los agresores quedó preso.
Cuando un ciudadano boliviano se acercó a un puesto de comida de pollo broaster, en la calle Tarapacá, a eso de las 3:30 de la madrugada de ayer, fue insultado por dos jóvenes que habían salido de un local nocturno. Segundos después lo agredieron en su cabeza con una botella y con golpes de puño y patadas. Por este hecho, los agresores fueron detenidos por Carabineros.
"Un hombre que caminaba tranquilamente por la intersección de las calles Tarapacá y Amunátegui recibió una feroz golpiza por parte de dos personas, de 23 y 24 años. Esto fue capturado por la Central de Cámaras del municipio de Iquique", informó el comisario de Carabineros, mayor Ramón Rost.
Ayer, ambos fueron formalizados en el juzgado de garantía por el delito de lesiones menos graves. El fiscal Maximiliano Mariángel, quien investiga el caso, expuso lo siguiente ante el juez: "Cuando los imputados llegaron a este puesto de comida, empezaron a molestar a la víctima quien se retiró del lugar y avanzó un par de metros, pero fue alcanzado por los imputados. Lo insultaron y uno de ellos lo tomó del cuello para botarlo. Después le dieron patadas en su cara, y usaron una botella para agredir su rostro".
Luego de este acto, visto por varias personas que se encontraban cerca del ataque, los sujetos se alejaron a unos metros de donde la víctima quedó botado y malherido. "Fue derivado hasta el área de urgencia de un centro asistencial donde le diagnosticaron lesiones (en su rostro)", dijo el fiscal.
Como el hecho fue registrado por al menos una cámara municipal, un carabinero de la Central de Comunicaciones le avisó a unos efectivos de turno lo que había ocurrido hace un rato en Tarapacá con Amunátegui. Se dirigieron y se encontraron con los responsables del delito.
Condenas
El de 23 años registra una condena del 12 de mayo de este año por amenazas. El de 24, quien es peruano, está bien lejos de contar con una conducta irreprochable. Ha sido condenado varias veces desde el 2010, por infracción a la Ley de Propiedad Intelectual, por porte de arma cortopunzante, lesiones en contexto de violencia intrafamiliar y hurto simple.
En las dos últimas recibió una sentencia de reclusión nocturna en febrero (301 días) y mayo (61 días) de 2017. "Una persona que recibió estas condenas no debería estar a las 3 de la madrugada en la calle y menos cometiendo otros ilícitos", comentó el persecutor.
Por estos antecedentes y otros, el juez dejó en prisión preventiva al peruano y con arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima mientras dura la investigación al de 23.
2 delitos le imputaron al peruano. El otro fue por entregar el nombre de otra persona.