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"Hay que separar a los pobres más pobres de los más o menos pobres"

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Ximena Torres Cautivo

Lo esperamos bajo la higuera, en el jardín de su casa en Santa Rita de Pirque, campos de su abuela materna desde siempre. Hay un equipo de TVN esperándolo y después venimos nosotros. Eso, mientras todavía está en el matinal de Mega, "subiendo el rating", según uno de los periodistas de su equipo, que afirma que esa es la razón de lo mucho que se ha alargado su presencia en el programa. Todo esto, mucho antes de su débil performance en "Tolerancia Cero".

Muchos perros, 10 caballos, 8 hijos y una esposa encantadora y distante de sus afanes presidenciales, Paula Lira, arman la familia del senador de derecha, arrebatado y frontal, que va a primarias, decidido a ganarle a Sebastián Piñera. Con dos períodos como alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón (54), técnico agrícola de profesión, está convencido de que sabe cómo ganarle a la pobreza. Así respondió la encuesta del Hogar de Cristo:

- ¿Qué imagen asocias con pobreza?

- Siempre es la foto de un niño o de un viejo desvalidos.

- En términos más conceptuales, ¿cómo la defines?

- Es un círculo vicioso por la falta de oportunidades, de educación, de salud. En el fondo, lo único que puede sacarte de la pobreza eres tú mismo, pero la sociedad tiene que darte herramientas y, a veces, no te las da. En mi experiencia como alcalde, todos los mecanismos te castigan cuando tú te superas. Las ayudas se concentran sólo en los pobres más pobres; debiera haber un tratamiento totalmente distinto.

-¿Qué marca el límite entre los pobres más pobres y los más o menos pobres?

- El pobre-pobre- es el que perdió la esperanza de salir de la pobreza y navega en eso. El otro es el que quiere salir y se levanta temprano y va a trabajar, se esfuerza, porque quiere ganar más, educar a sus hijos, salir de donde está metido.

- Da la sensación de que atribuyes a la persona su condición de pobreza.

- No, no es su responsabilidad, es de la sociedad. Creo en una sociedad comunitaria, yo tengo responsabilidad sobre mi señora, mis hijos, la gente que trabaja conmigo, mis vecinos. Si mi vecino se está muriendo de cáncer y necesita ayuda, también es mi responsabilidad.

- ¿Cuál es la herramienta más poderosa para combatir la pobreza?

- No es una; son hartas. El crecimiento es muy importante. El fortalecimiento de la familia, la educación y la cultura. Esos cuatro factores son muy importantes. Yo me diferencio de los candidatos que creen que todo es crecimiento económico. No es así. Mi vida y la alcaldía me han enseñado otra cosa. En Puente Alto conozco a una persona que tiene una casita modesta, pero preciosa. Un chalet, como dicen ellos. Y tengo un amigo que vive en La Dehesa, en una tremenda casa y se siente como un ratón, porque al lado hay una mansión que es dos veces la suya. ¿Cuál se siente más pobre? Mi amigo, sin duda.

- ¿Quién es el responsable de combatir la pobreza?

- El gobierno, el presidente y la sociedad toda. Pero quien tiene que imponer las políticas sociales es el gobierno. Esos planes hay que definirlos con la gente. Esto no es sólo ayuda económica. Para una mujer o un hombre, el hecho de verse bien, tener dientes, no tener piojos, estar limpio, es súper importante, porque la autoestima ayuda a salir adelante. También es importante la religión o la espiritualidad, que da una fuerza tremenda, porque el problema más grave de la pobreza es perder la esperanza.

- Exceptuándote a ti, ¿qué candidato o precandidato crees que lo haría mejor en este tema?

- No conozco a ningún político que sea mal intencionado, al que le convenga la pobreza. Todos ofrecen caminos de solución distintos, aunque en esta campaña creo que están todos concentrados en otra cosa. El tema de la falta de probidad y la crisis de confianza ha tocado tanto la fibra y el alma de la gente, que ese es el tema central hoy. Y eso es grave porque si nadie cree que haya personas probas en política, si todos suponen que los políticos aprovechan su posición para beneficios personales y partidistas, quién va a creer que les interesa combatir la pobreza.

- Ya que estamos en ese tema, hay un decir popular según el cual sería mejor un mandatario rico para que no robe.

- Esa es una estupidez sin nombre. La honradez está en el alma de las personas. Y es más, lo que ha demostrado la historia política reciente es que mientras más plata tienes, más codicioso te pones. Yo respeto mucho la figura de Patricio Aylwin, un hombre austero que gastaba lo mínimo. No necesitaba cosas para demostrar su valor.

- ¿Qué piensas de la frase-fuerza de la campaña del Hogar de Cristo de este año: la pobreza es la mayor vulneración de los derechos humanos?

-No sé si es la mayor, porque el aborto anda por ahí. El primer derecho humano es nacer, pero es cierto: no hay mayor vulneración que la pobreza. Tenemos que ser capaces de hacer políticas sociales separando a los pobres más pobres de los pobres menos pobres, porque ni el Hogar de Cristo ni el Gobierno ni el Parlamento van a sacar de la pobreza a una persona que no quiera salir de ella o que no tenga las herramientas para hacerlo. Hoy, todos los incentivos son para que llegues hasta cierto nivel; pasado ese nivel, pierdes todas las garantías. Por darte un ejemplo, el otro día estuve con el mozo de un restorán. Él me decía que le imponían por el mínimo y que con las propinas se hacía casi un millón de pesos. Cuando se retire, va a tener una tremenda tele, una bonita casa y muchas cosas, pero va a jubilar con nada de plata. Al cabo de 5 años de jubilado, va a estar en la pobreza más salvaje. Esa pobreza sí que duele, porque te has sacado la mugre, has educado a tus hijos y en la vejez empiezas a decaer. Hay que preocuparse de esa gente. Eso se conoce en la calle, conversando y escuchando. No sale en ningún libro.

Manuel José Ossandón."

"Todos los mecanismos te castigan cuando tu te superas"

Manuel José Ossandón."

"El problema más grande de la pobreza es perder la esperanza"