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Detienen a madre e hijo por la venta de pasta base

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Por varias denuncias de vecinos que reclamaron que una familia vendía pasta base en una casa en la calle Los Chunchos, en el sector sur de Iquique, personal del OS7 de Carabineros comenzó una investigación para corroborar la acusación. De este modo consiguieron las pruebas suficientes para solicitar el allanamiento del domicilio con el propósito de detener a los presuntos traficantes.

"La investigación logró esclarecer que era el clan familiar (una madre y su hijo) que se dedicaban a la venta de drogas", informó Carabineros. Por lo tanto, ambos fueron detenidos y puesto a disposición de la justicia para que sean formalizados por el delito de tráfico en pequeñas cantidades.

El mismo procedimiento de allanamiento se pidió para ingresar a un domicilio del barrio El Morro, donde también se estaba vendiendo la misma droga, lo que generaba además otros delitos en el sector, según los pobladores, como robos y hurtos. "Se mantenían antecedentes de que se vendía y consumía drogas en este lugar", informó la policía.

También se detuvo a dos personas, a un hombre y a una mujer por el mismo delito en contra de la Ley 20.000 de drogas.

Además de arrestar a los cuatro imputados chilenos, el personal del OS7 incautó medio kilo de pasta base, equivalente a 2.500 dosis que supuestamente iban a ser comercializadas en la ciudad.

3 años de cárcel fue su sentencia, pero le otorgaron la libertad vigilada.

Condenada por estafa millonaria quedó libre

Defraudó a la empresa donde trabajó con $11 millones. Pero el tribunal le otorgo la libertad por su conducta anterior.
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Carlos Luz Aguilera

Acogiendo los planteamientos de la Fiscalía Regional, el Tribunal Oral en lo Penal resolvió condenar a la acusada, Carolina Valdés Farías, de 29 años de edad, a la pena de 3 años y un día de cárcel como autora del delito de estafa cometido en contra de la empresa Goldex cuando ella se desempeñaba como administradora.

De acuerdo a lo que se probó en el juicio oral, la imputada prestó servicios como administradora en el local "Humberstone" de la empresa Goldex Chile, cuyo giro es la compra de oro con pactos de retroventa, y entre sus funciones se encontraba la dirección de la sucursal y la custodia de las joyas adquiridas, como también los negocios con el público, función en que debía verificar, física y químicamente, que las piezas que le ofrecían fueran efectivamente de oro y no de otro material.

En ese contexto, entre los meses de febrero a marzo de ese año, Valdés Farías suscribió con una clienta 44 contratos que representaron la adquisición de más de 800 gramos de joyas que supuestamente eran de oro, lo que generó un pago por parte de Goldex Chile a la vendedora referida de más de 11 millones de pesos. Circunstancia que en definitiva no se ajustaba a la realidad, pues ambas mujeres se habían concertado con el objeto de defraudar a la empresa, ya que sabían que las joyas no eran de oro.

Pruebas

La fiscalía presentó en el juicio, entre otras pruebas, los testimonios de los jefes de la acusada, quienes explicaron que antes de comprar cualquier joya, los vendedores debían usar un reactivo químico para confirmar que se trataba realmente de oro, por lo que, con ese mecanismo, era imposible equivocarse.

Agregaron que encontraron las joyas de cobre al momento de hacer una auditoría al local que administraba la imputada.

También declararon los peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) que confirmaron que las joyas vendidas eran de cobre, y que las firmas y las huellas dactilares presentes en los contratos correspondían a la imputada.

Terminado el juicio, el tribunal resolvió condenar a Carolina Valdés Farías a la pena de 3 años y un día de presidio menor en su grado máximo, como autora del delito de estafa.

Sin embargo, como la imputada no registra condenas anteriores, el tribunal le otorgó el beneficio de la libertad vigilada intensiva.

Vehículo impactó con un poste por una supuesta falla técnica

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En la tarde de ayer un conductor, según contó Carabineros con base en el relato del chofer, perdió el control de su vehículo por una falla técnica, lo que generó que chocara contra un poste telefónico en la avenida Diego Portales, a metros de un parque de juegos infantiles.

La policía agregó que ninguno de los tres pasajeros resultó lesionado y que el conductor, responsable del accidente, deberá pagar el reparo del poste telefónico que pertenece a VTR.

Según trabajadores de Eliqsa, que llegaron hasta el lugar del accidente, el poste tiene un costo aproximado de 500 mil pesos. Sin embargo, el trabajo completo para reinstalar el servicio de VTR, que estaría listo hoy, costaría cerca de un millón y medio de pesos.