Lamentablemente ninguno de los candidatos a las primarias ha leído las estadísticas o entendido e interpretado cual es para los ciudadanos, ricos y pobres, el principal y prioritario problema a solucionar. Sin duda no son los trenes de alta velocidad, los miles de empleos, viviendas para todos, jubilaciones justas, crecimiento, entre otras medidas, las que de poco y nada sirven si la delincuencia común no es reducida al máximo.
Con seguridad todos los que tienen derecho a votar en estas primarias hubieran deseado escuchar medidas inmediatas, concretas y realizables y de efecto futuro, que impedirían que los delincuentes comunes reciban penas de cárcel irrisorias. Que no por el solo hecho de ser los delincuentes menores de edad queden libres, burlándose de sus víctimas, las policías y de la justicia, sino que para ellos se construyan reformatorios, donde deban permanecer hasta que no se tenga científicamente claro que han sido corregidos. Fundamentalmente que la Justicia garantista y los Derechos Humanos de los delincuentes no estén por sobre los de las víctimas.
Sepan los futuros candidatos presidenciales y al parlamento que lo primero y que más claman los chilenos es tener la certeza de que sus casas no serán asaltadas, que podrán transitar sin miedo por las calles, que sus autos no serán robados, que las mafias no se apoderaran de sus poblaciones, que sus hogar no sean verdaderas cárceles con barrotes, en fin, que su vidas y las de sus familias no estén en constante peligro.
Finalmente, no quieren escuchar falsas promesas o frases como "Terminaré con la puerta giratoria" o "Se les acabará la fiesta a los delincuentes", sin que estas no estén respaldadas por acciones preventivas eficaces. En síntesis ¡Quieren soluciones creíbles y ahora ya!
Jaime Manuel Ojeda Torrent