Camila Espinoza López
"Chi Chi Chi, le le le, viva Chile" se escuchó con fuerza en diferentes puntos del país, luego de que la Roja venciera a Portugal en la Copa Confederaciones. Sin embargo, el triunfo para quienes no son fanáticos del fútbol no se convirtió en motivo de celebración y buscar mecanismos para no escuchar los gritos destemplados y concentrarse se convirtió en un desafío titánico.
"Es imposible no ser parte de la efervescencia y de la dinámica del fútbol. Es un deporte popular. Esto se va a expresar, por ejemplo, en nuestro país en festividades religiosas, como Navidad. Son fenómenos tan masivos que somos parte igual", indica Luis Pino, psicólogo social de Universidad de Las Américas-UDLA.
El especialista explica que las personas, dependiendo de su personalidad, buscarán estrategias para sortear aquellas cosas que no le agradan, como estar 90 minutos frente al televisor viendo un partido. Entre las principales herramientas se encuentran las siguientes:
1La indiferencia: "Dentro del espectro de personas que no adhieren el fútbol podemos encontrar a quienes no les afecta. Se muestran indiferentes", expresa Pino.
Una opinión similar tiene Dominique Karahanian , académica de Universidad Mayor, quien señala que el no ser fanático del fútbol no debería generar trastornos en la vida cotidiana: "Si a mí algo no me gusta por defecto no lo voy a ver. No creo que sea un problema".
2Alejarse: Otro mecanismo de defensa será alejarse "de donde está la gente celebrando y todo lo que implica la performance: la vestidura, el traje y el asado", agrega Pino.
Para algunos leer un libro, buscar una película que les guste para ver o simplemente dormir será una vía de escape.
3Argumentos: Es frecuente que quienes detestan el fútbol desarrollen argumentos contra el deporte y que justifiquen su animadversión. "Eso hará que la persona se sienta bien y restablece el equilibrio que produce el malestar", señala el académico.
4Usar el deporte como excusa: La principal recomendación de los especialistas si quiere salir corriendo al escuchar hablar de la Roja o de sus jugadores, es intentar usar el deporte como una excusa y asistir a un asado u reunión con cercanos para compartir y disfrutar de una buena comida y conversación.
"Vamos a ver a personas que no les gusta el fútbol, pero para que no quedar fuera encuentran la instancia para compartir con los fanáticos del deporte. Que el fútbol no sea foco, que sea una excusa para la camaradería, como compartir con mis padres o amigos", dice Pino.
5Buscar panoramas: Al saber en qué fechas se desatará la efervescencia futbolera, las personas podrían planificar con antelación actividades con cercanos que tampoco se sientan atraídos por este deporte.
"El ser adherente al fútbol satisface la necesidad de participación (...) quienes no adhieren al fútbol van a buscar otras estrategias para satisfacer esa necesidad. Van a participar de otros grupos u otras instancias que por su contexto cultural o personal le parezcan mejor. Por ejemplo, voy a pertenecer al grupo de los basquetbolistas", dice el especialista a este medio.
6No aislarse y llegar a acuerdos: A fin de cuentas, lo importante, para quienes sufren con el fútbol y que piensan en qué harán el próximo año en que se realizará el Mundial en Rusia , es no restarse de los eventos sociales.
También, es clave llegar a consensos en el hogar y evitar la lucha por el control remoto.
"Toda norma de convivencia implica la aceptación de otro (...) Hay que sumase a los asados y tener paciencia. Disfrutar de la parrilla y hacer vida social con las personas que no están pendientes de la televisión", comenta Pablo Marassi, jefe de carrera de psicología de Universidad SEK.
"Hay que sumase a los asados y tener paciencia. Disfrutar de la parrilla y hacer vida social con las personas que no están pendientes de la televisión".
Pablo Marassi, psicólogo Universidad SEK."