EDITORIAL
Acceso a cargos públicos
Gran conmoción ha generado en la opinión pública el caso del consejero Luis Plaza. El Tribunal Oral en lo Penal de Iquique lo condenó por los delitos de uso malicioso de instrumento público, fraude al fisco y perjurio, luego de ser encontrado culpable de usar una licencia de enseñanza media falsa, para postularse al cargo de consejero regional.
El delito no solo da cuenta de un acto particular, que comete una persona con el fin de ser parte de este órgano que se encarga de ver los destinos de los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, sino que también permite ver que los procesos para validar las postulaciones y su ejercicio como Core no son los más adecuados.
Si bien los nuevos consejeros regionales electos democráticamente son algo nuevo, es importante mejorar los procesos de cara a la nueva elección.
No solo por el tema de estudios sino que los conflictos de interés deben ser analizados, para lo cual se deben hacer declaraciones de patrimonio y labores en paralelo que estos desarrollan con el fin de que puedan abstenerse de votar en proyectos donde se pueda ver truncada su objetividad.
En este caso, varios consejeros trabajan o prestan asesorías a municipios locales, lo que sin duda es un tema que los inhabilita para votar muchos proyectos, pero que finalmente se han seguido votando.
En este sentido, no es mucho lo que se puede hacer retroactivamente, pero sí se deben ajustar los procesos para los nuevos consejeros regionales, puesto que uno de los principales motivos para que se desechara el antiguo sistema donde llegaban al poder por cuoteos, fue justamente que sus decisiones no tuvieran conflictos de interés.
En este sentido, es importante avanzar en transparentar estos procesos, como se han realizado en el Congreso, pero que debe aplicarse a todas las zonas del país, independiente del cargo al cual se postule.
Solo a través de estas instancias será posible que la comunidad comience a retomar su confianza en los dirigentes políticos, lo que será un trabajo a largo plazo, sobre todo por la actual crisis de confianza que atraviesan las instituciones.
"Solo a través de estas instancias será posible que la comunidad comience a retomar su confianza".