Carlos Luz Aguilera
Desde hace tres meses que era buscado por la policía el recluso Carlos Alejandro Mejías Rojas, por haberse fugado el 12 de abril desde el Hospital Regional. Custodiado por gendarmes, ese día bajó de la cárcel de Alto Hospicio a Iquique para realizarse un examen por una supuesta apendicitis. Finalmente no tenía nada y cuando lo dejaron ir al baño sin las esposas huyó por una ventana.
Pero tras intensificarse su búsqueda por decretar el Juzgado de Garantía de Iquique tres órdenes de detención en su contra, este miércoles en la madrugada detectives de la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI lograron detener al prófugo de 26 años cuando se movilizaba en el vehículo de un familiar.
"Se empezaron a chequear domicilios e inmuebles de amigos para saber dónde se estaba escondiendo y de este modo conseguimos el dato de que se transportaba en un automóvil con ciertas características que era de un pariente", contó el subcomisario y jefe de la Biro, Rolando Opazo, quien informó además que el recluso se estaba quedando donde un amigo en Iquique.
El subcomisario agregó que el día de su detención, oficiales de la brigada estaban siguiendo los movimientos del automóvil sospechoso, y cuando lograron ubicarlo le realizaron un control de identidad al conductor que era, como esperaban, Mejías Rojas. Ese día regresó a estar privado de libertad.
El prófugo ingresó a la cárcel de Alto Hospicio en 2011 por la comisión de distintos delitos, principalmente robos. Le quedaban menos de tres años, hasta el 28 de marzo de 2020, para cumplir su castigo y volver a ser libre.
Escape
Cuando el médico que lo revisó le dio el alta, en horas de la madrugada del 12 de abril, Mejías Rojas pidió permiso para ir al baño a los dos gendarmes que lo acompañaron. Estos accedieron y le quitaron las esposas, lo que fue aprovechado por el delincuente para huir por la ventana de un baño.
El director regional de Gendarmería, coronel Sergio Castillo Caro, respondió, un día después de lo ocurrido en el centro asistencial, que los antecedentes del hecho fueron entregados al Ministerio Público y que además se inició un proceso administrativo para determinar eventuales responsabilidades en la evasión.
Ese mismo mes una ciudadana boliviana, quien se tragó varios ovoides con droga, también logró escapar desde el Hospital Regional. La detenida era custodiada por policías de la PDI cuando esta cumplía unos días de hospitalización.
91 días cumplió en calidad de prófugo. Se escondió donde un amigo en Iquique.