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Bailarín Pablo Vargas protagoniza polémica detención en motel

Fue acusado de causar daños avaluados en un millón de pesos. El artista afirmó ser inocente.
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Camila Espinoza López

Por varios minutos gritó el bailarín Pablo Vargas, reclamando haber sido víctima de una injusticia, tras ser detenido por Carabineros en la comuna santiaguina de Recoleta, acusado de causar destrozos en el motel La Mansión. La dueña del recinto avaluó en un millón de pesos los daños supuestamente ocasionados por el artista.

El exintegrante de "Rojo: fama contra fama" habría manejado en estado de ebriedad al interior del motel, colisionando con el estacionamiento y la barrera de contención del recinto.

De acuerdo a los antecedentes de la fiscalía, el bailarín habría declinado someterse a la prueba de alcotest, pero Carabineros habría evidenciado que se encontraba en estado de ebriedad, porque caminaba de forma inestable, presentaba hálito alcohólico e incoherencia al hablar.

Posteriormente fue trasladado a un recinto asistencial donde se confirmó que se encontraba en estado de ebriedad. El bailarín fue detenido cerca de las 8.30 de la mañana y durante la tarde pasó a control de detención por el delito de daño simple.

"Llegué a un motel a pasar mi caña y pedirle a un amigo que me fuera a buscar, porque había bebido, para no manejar, y de repente aparece Carabineros con la dueña del motel, acusando que había hecho un daño. Que lo pruebe", dijo el bailarín quien afirmó ser inocente y acusó malos tratos de Carabineros.

"Llegué a un motel a pasar mi caña y pedirle a un amigo que me fuera a buscar, porque había bebido para no manejar y, de repente, aparece Carabineros".

Pablo Vargas, bailarín"

Catalina Pulido habló de su trastorno alimenticio

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La actriz Catalina Pulido realizó una fuerte confesión en el matinal "Hola Chile". La panelista del programa matutino de "La Red" contó que padeció de trastornos alimenticios luego que uno de los ejecutivos de la teleserie "Playa Salvaje" (Canal 13) le hiciera un comentario sobre su aspecto físico.

La comunicadora dijo que uno de sus superiores la llamó a su oficina para decirle "ya no te puedo enfocar por atrás", aludiendo a que su trasero era demasiado grande, situación que la llevó a sentir inseguridades sobre su figura.

"Más que anorexia, yo siento que me volví muy obsesiva con la comida. Yo creo que es un principio, un poco de anorexia. Contaba todo el rato las calorías, me leía todo el contenido de las cosas. Me volví vigoréxica también, iba mañana, tarde y noche al gimnasio", confesó.

Además aseguró que comenzó a disfrutar sus bajas de peso, a pesar de que sabía que no era lo correcto.

"Comía e iba al baño y lo vomitaba (...) Yo llegué a pesar 49 kilos y mido 1.78", comentó Pulido.