Busto al pescador Chango
Desde la primera vez que leí sobre los changos que habitaban la costa tarapaqueña, he sentido admiración e interés por ese pueblo originario, destacado por sus famosas balsas confeccionadas con cueros de lobo marino. Varios autores han publicado estudios interesantes al respecto. Me voy a centrar en una idea que planteé hace diez años a la alcaldesa. El oficio no recibió respuesta. Me refería a la construcción de un monolito en homenaje al chango, el habitante originario de Iquique.
Cuando llegaron los españoles a las playas de la entonces remota caleta de pescadores de Ique-Ique, se encontraron con estos aborígenes costeros que sabían tripular diestramente sus frágiles y marineras embarcaciones para sus faenas habituales en la costa, con un mar tan generoso de recursos marinos, donde abundaba la tremenda riqueza de los huirales, que hoy, desgraciadamente, están siendo explotados en una forma irracional y vandálica. ¿Qué esperan las autoridades para intervenir con decisión? Es penoso observar las rocas totalmente desnudas y sin vida.
El fray Antonio Vásquez de Espinoza, relata que los changos hacen una balsa con dos cueros de lobos marinos, llenos de aire, bien cosidos y atados; salen al mar a tres o cuatro leguas con mucha seguridad y vienen cargados de pescado "que cuando lo ví me admiré". El cronista quedó fascinado por la gran riqueza de peces de la costa de Iquique que destaca por su islote con depósito de guano para la agricultura. Esa riqueza la denomina una "mina misteriosa en esta tierra para el socorro de los pobres...". Parece que esa "mina" ya es cosa del pasado sobre la explotación de los recursos marinos en las aguas contiguas y próximas al litoral tarapaqueño.
Los changos formaban reducidos asentamientos que con el paso del tiempo desaparecieron y sus descendientes fueron absorbidos a partir del inicio de los embarques de salitre en Tarapacá. En la costa quedan nombres que expresan su presencia: Cavanche, Caramuche, Patache y Chomache. Lo más representativo son sus balsas de cuero de lobo marino. Se merecen un monolito con un busto al pescador chango con su mujer en Iquique.
Agradecimiento
Quiero agradecer a la funeraria Cubillos por la excelente disposición, apoyo y colaboración brindada durante los servicios fúnebres de mi nieto, Agustín Baro Ríos, destacando la calidad humana que se nos entregó cuando llego desde Arica. Mis más sinceros agradecimientos al Sr. Cubillos y personal por cada uno de los días en que se efectuó el velatorio y despedida de mi querido nieto.
Ximena Sánchez Aravena
Mario Zolezzi Velásquez