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Los 50 años de fe de los "Devotos de San Lorenzo"

Una de las primeras agrupaciones creadas en el pueblo de Tarapacá, que se inició con niños y que hoy convoca a familias, llegando a los 183 bailarines y 70 socios.
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Mariela Cabello Venegas

Conformados sólo por niños que no sobrepasaban los 10 años, un 10 de agosto de 1967, entró por primera vez al templo del pueblo de Tarapacá la diablada de los "Devotos de San Lorenzo".

Como cuentan dos de sus bailarines originales, Gladys Calderón y Sergio Sanginés, quien fue el caporal desde el inicio, por su experiencia en la 1° diablada de Chile, la idea nació de algunas familias del pueblo, que reunidas con otras de Iquique, quisieron conformar un baile solo para San Lorenzo.

"Éramos puros niños de 6 a 7 y como 12 bailarines de 10 años. Se supone que ese baile era hasta los 15 años, ahí uno entregaba su manda y se iba", cuenta don Sergio.

Solo que después se fueron "entusiasmando y fuimos creciendo, y ahora somos uno de los bailes más numerosos", señala el caporal mayor.

Hoy son 183 bailarines, más 70 socios, y 4 caporales que dirigen el grupo.

Siempre presentes

Si bien, cada año, los bailes hacen su entrada en orden, los "Devotos de San Lorenzo" son los primeros después del equipo pastoral y antes de todas las agrupaciones de baile.

Ese lugar, como expresa la señora Gladys, tesorera de la sociedad, se lo han ganado porque siempre han estado presentes.

"Para nosotros no ha existido terremoto, ni epidemia. Nosotros somos fieles al Lolo", precisa.

Además, según cuentan fue el primer baile fundado en el pueblo.

"Antiguamente no habían bailes de San Lorenzo, habían otros bailes que uno eran los pieles rojas, pero un año iban y al otro no", recuerda el caporal.

Ahora, asisten a 3 fiestas en Tarapacá. "La de la Candelaria el 2 de febrero, en abril par a la reliquia y ahora el 10 de agosto a la fiesta de San Lorenzo", expresa Sanginés.

El sacrificio

Y si hoy, se ven como un grupo fuerte, el trabajo para ello ha sido duro, puesto que para llegar hasta el poblado, tienen que reunir al menos 20 millones para los gastos.

"Es un sacrificio, trabajamos todo el año en bingos. Somos gente humilde que nos hemos ido comprando las cositas de a poco, a veces de segunda mano y así vamos haciendo y juntando nuestras cositas", dice don Sergio.

Testimonio de fe

Y en este recorrido por los años, la devoción por el "Lolito" se ha mantenido, más aún porque existe un testimonio de un milagro que no los deja indiferentes.

Y es el de uno de los caporales, Oscar Sanginés, hijo del caporal mayor, que en el año 2005 estuvo internado por peritonitis con obstrucción en los intestinos y que le provocó una septicemia fulminante.

"Yo estuve un mes en coma, me desahuciaron 5 médicos y me dieron por muerto en La Tirana, hablaron del sensible fallecimiento del caporal Oscar Sanginés y de un día para otro desperté del coma y salí caminando de la UCI".

Oscar cuenta que le dijeron que tenía que dializarse de por vida, sin embargo, "mi cuerpo se empezó a regenerar y esto fue el 10 de agosto y después fui con muletas a Tarapacá y al mes llevamos al santo a Tocopilla y yo andaba saltando", sonríe.

La celebración

Antes de despedirse, los devotos comentaron que para este año la celebración es grande, por lo que convocaron a todos los ex bailarines de la sociedad.

"Y van a bailar en los 50 años, el 10 y el 11. Van a ser parte en nuestras filas, son como 70 bailarines, adicionales", comentó Gladys, quien agregó que también serán acompañados por una banda de 40 vientos y 30 niños en la percusión.

"Para nosotros no ha existido ni terremoto, ni epidemia. Somos fieles al Lolo".

Gladys Calderón,, tesorera de ls sociedad religiosa, Devotos de San Lorenzo."