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La extenuante labor de los hombres que llevan al "Lolo" en sus hombros

Hace un año recibieron el reconocimiento de la iglesia como los cargadores del pueblo de Tarapacá.
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Mariela Cabello Venegas

Aunque ahora poseen 300 socios provenientes de distintos puntos del norte del país, los primeros cargadores de la imagen de San Lorenzo de Tarapacá fueron hombres criados en el pueblo.

"Somos criados en el pueblo de Tarapacá y la sociedad tiene 30 años, somos la primera agrupación y el año pasado recibimos un reconocimiento de la iglesia", cuenta su presidente, José María Araya al presentarse.

Y es que la historia de este grupo es diferente a las otras, pues no fueron pocas personas que quisieron reunirse, sino que fueron los hombres que siempre asistían todos los años para cargar al patrono de los mineros.

Sin embargo, según señala su presidente, era cualquier persona que cargaba al santo y se producía un desorden. Entonces la iglesia les pidió que se organizarán.

"Nuestros padres, nuestros abuelos, lo cargaban, pero nos pidieron agruparnos porque era muy desordenado el tema porque había problemas con el alcohol", cuenta el líder.

Su uniforme

José María comenta que durante estos 30 años han pasado por distintos procesos, con mucho sacrificio. Hoy han llegado a conformarse con distintas reglas para cumplir de la mejor manera con el "Lolito"

"Por ejemplo definimos que todos los cargadores usaríamos esta polera roja, pantalón de tela negra y zapatos negros, y el socio que no lo lleve correctamente, cae en una sanción", cuenta.

De la misma manera, enfatiza, que durante su trabajo en los días de fiesta no pueden estar con alcohol porque eso amerita una expulsión segura.

La devoción

Pese a que llevar al santo en sus hombros puede generarles cansancio, los cargadores -hombres, mujeres y niños- están en el grupo por una promesa a San Lorenzo.

"Todos queremos cargar a nuestro santo y pasearlo por las calles de su pueblo. Nosotros a las 3 de la tarde tenemos el anda al hombro hasta las 9 de la noche que termina la procesión y devolvemos a nuestro santo a su iglesia. Pero es nuestra fe, la creencia que nos inculcaron nuestros antepasados", expresa orgulloso.

La tradición

Además de la devoción a San Lorenzo, para Araya el pertenecer al grupo es un tema de tradición.

"Nosotros empezamos niños, ahora nuestros hijos son cargadores, hay familias que tienen 3 generaciones. Entonces es algo que tenemos en nuestro corazón y nuestra mente. No nos importa trabajo, salud, porque hay que llegar a pagar nuestra manda", precisa el devoto.

Asimismo, cuenta que desde hace un tiempo se sumaron las mujeres, quienes también tienen un tramo de unas dos cuadras, donde cargan solas al santo.

"Un día dijimos y por qué no. Y ahora hay hartas mujeres", señala junto con precisar que durante la procesión del 10 de agosto también hay cuadras para que las personas civiles puedan cargar al "Lolo" para cumplir su deseo o promesa, porque el "santo es de todos".

"Nosotros empezamos niños, ahora nuestros hijos son cargadores, hay familias que tienen 3 generaciones".

José María Araya,, Presidente de los Cargadores de San Lorenzo de Tarapacá."