Agobio centralista
Como tarapaqueños, tenemos la legítima aspiración de alcanzar un desarrollo regional, sostenible y equilibrado, que permita dejar atrás la desigualdad que marca la historia centralista de nuestro Estado-nación.
Este anhelo, tiene asidero en gran parte de la sociedad civil local, quienes identifican como uno de los principales problemas, el agobio centralista y la desvinculación entre el interés general regional y la toma de decisiones, que al final del día se resuelve en oficinas, a casi dos mil kilómetros del territorio.
A la resistida elección de gobernador regional, que sin lugar a dudas, permitiría un avance general para Tarapacá, se suma uno de los puntos que establece el Proyecto de Ley sobre Universidades del Estado, sobre su forma de administración política.
Bajo la premisa de que el desarrollo de las regiones, se basa en el fortalecimiento de sus instituciones, a través del traspaso de competencias y autonomía en la toma de decisiones, resulta una contraposición, lo propuesto por esta iniciativa legal, impulsada por el Ejecutivo y que a través de la figura de un Consejo Superior (que reemplaza a la impuesta Junta Directiva), compuesto por nueve miembros, busca definir la política general de desarrollo y las decisiones estratégicas de nuestra casa de estudios.
Nuestra desavenencia, no está en el objetivo que tiene dicho consejo, sino más bien en su constitución, luego que según lo propuesto por el Ejecutivo, de los nueve integrantes, 3 son nombrados directamente por la máxima autoridad del país. Mientras que 5 de los 9 integrantes, se les impone como requisito, no desempeñar cargos o funciones en la universidad.
Estos dos elementos, creo que difieren completamente de lo que la sociedad civil y los estamentos internos, demandan de la principal casa de estudios superiores, vislumbrando con la actual propuesta, una continuación del sistema que hoy heredamos.
Como tarapaqueños, proponemos la definición de un Consejo Superior, que a través de sus nueve miembros, se representen tanto, las sensibilidades de los tres estamentos internos, como también las necesidades de la comunidad regional, fortaleciendo así nuestra labor, como un actor clave, movilizador de cambios y reflejo de la sociedad.
"Nuestra desavenencia no está en el objetivo que tiene dicho consejo, sino más bien en su constitución".
Gustavo Soto Bringas,, rector Unap."