Los juegos de siempre y los de época festiva
Mientras adultos y niños aprovechan la fecha para elevar volantines, en los clubes de rayuela se preparan para la temporada, aunque la practican todo el año.
Con septiembre llega la primavera y también las Fiestas Patrias, y aunque en Iquique se dice que las estaciones no son tan marcadas como en otras partes del país, el tiempo es ideal para sumarse al ambiente de celebración. Y los juegos típicos son parte de ello.
Marcela Cordero es confeccionadora de volantines y cuenta que hace tres décadas que trabaja en el sector de Playa Brava, donde se juntan los volantineros a vender. Ella trabaja en la elaboración con su familia y aclara que en septiembre empieza "la moda" de elevar volantines, aunque comienza a comerciarlos a partir del Día del Niño e incluso antes, al mes de julio.
"Hay un mal concepto de que el volantín sale en septiembre. Hay harto viento y los días están adecuados para elevar volantines. En septiembre debiera subir la venta. Mientras uno traiga, se va a vender", expresa Marcela.
Actualmente vende volantines de papel con el escudo del Club de Deportes Iquique, pero piensa hacer algo igual de tradicional pero menos futbolero: "Mandé a hacer la maqueta para el reloj de la Plaza Prat, la boya y las salitreras". Su idea es mantener vivo el patrimonio regional. Para la vendedora, promover los símbolos locales no es menor si se considera que los volantines plásticos, de origen chino, llevan todos figuras extranjeras, en lo específico de la industria cultural estadounidense. Ella también los ofrece.
"El volantín de plástico es más fácil de elevar. Es como un auto automático versus uno mecánico. El de papel hay que saber elevarlo y es más difícil. El de plástico no, se le pone el hilo y el viento se lo lleva para arriba. El volantín de papel es nuestro, es de nuestra creación, entonces tenemos que hacerle figuras que sean de nuestra patria", dice.
Están TODO EL AÑO
A diferencia del volantín, que inicia sus vuelos terminada la temporada invernal, Luis Domínguez, secretario del Club de Rayuela "Los Lobitos", ubicado en calle Serrano entre Óscar Bonilla y 12 de Febrero, explica que la agrupación funciona de forma estable con partidos que se realizan todos los sábados del año a las 17 horas.
En la ciudad hay seis clubes de rayuela, "Los Lobitos", "Estrecho de Magallanes", "José Miguel Carrera", "Barrio Sur", "Arturo Prat" y "Galvarino". El de Luis es el más antiguo de la ciudad y el país.
Este 17 de septiembre tienen programado elaborar una ramada con asado y anticuchos, para lo que ya invitaron a sus socios y sus parejas. Solo una mujer participa en el club de una cincuentena de integrantes hombres.
"Cuando hace las ramadas, la municipalidad nos pide apoyo, entonces hacemos las canchas y apoyamos a la gente que no ha jugado, a los pampinos o de Santiago. Ahí encontramos a gente nueva y se suman. Si veo que alguien juega, lo invito al club. Si le gusta, se queda con nosotros, o él elige donde irse. La inscripción son solo mil pesos", detalla el rayuelero.
LoS MÁS LLEVADoS
Hugo Escobar, dueño de "La Zona Huasa" junto a su esposa Alejandra del Río, cuenta que los juegos más vendidos son cuatro: el trompo, el emboque, el tejo y la pirinola.
"Se venden todo el año, pero ahora con mucho más énfasis por la fecha. Sé que ha llegado trompo chino y peruano, pero hay diferencias en la calidad y el material. Nuestro emboque y trompo son de Villarrica, madera de Mañío, un trompo muy bonito físicamente y más pesado, a diferencia de trompos de otros países, feos y más livianos", explica.
El jefe del negocio cifra en un 60% el alza de ventas de las figuras típicas en septiembre. Sus precios, dice, son módicos: un trompo con lienza desde los mil 500 pesos.
"Los niños traen al papá, eso es increíble y es bueno. Acá les explicamos que vendemos puro artículo nacional, sureño", sostiene Hugo.
"El volantín de papel es nuestro, (...) entonces tenemos que hacerle figuras que sean de nuestra patria"
Marcela Cordero,, confeccionista de volantines."