"Si no hay descentralización, no hay democracia"
Beatriz Sánchez entra a fondo en los efectos de un Chile centralizado y sus propuestas para empoderar las regiones.
La expresión "pateando piedras", contenida en la canción El Baile de los que Sobran, dio título a uno de los discos más emblemáticos de Los Prisioneros, acaso la banda más icónica del rock y pop del Chile de los 80. Lanzado en 1986, el vinilo forma parte del ADN cultural de más de una generación de chilenos. Y para Beatriz Sánchez, la candidata presidencial del Frente Amplio, es también una de las mejores lecturas del Chile de hoy, sí, el del 2017.
"Jorge González la podría haber escrito hoy día en la mañana", afirma. Y sigue: "Tiene una visión política muy certera de lo que pasa en Chile. Esa canción recuerda, además, que pese a estar todos estos años en democracia, casi 30, todavía estamos en los mismos problemas o respondiendo a un tipo de modelo económico y modelo cultural que nos instaló la dictadura", agrega Sánchez (46), periodista nacida en la Región de Valparaíso y formada en la U. de Concepción.
Una forma de percibir el país de hoy que da forma, en gran medida, al ideario del Frente Amplio, el mismo que la tiene en una expectante posición en las encuestas para pasar a una potencial segunda vuelta. Un lugar -admite- en el que nunca se imaginó que iba a estar a estas alturas.
- Muchos describen al Frente Amplio como un movimiento impulsado por una pulsión generacional muy fuerte, con vigor pero idealista. ¿Qué reflexión le provoca esto?
- Tiene que ver con los líderes más conocidos hasta ahora, que son jóvenes. Pero el Frente Amplio no es solo un grupo de jóvenes idealistas. Tiene una base importante en las movilizaciones del 2011, pero no solamente porque la gente de la movilización del 2011 sea parte del Frente Amplio, sino porque el Frente Amplio nace como respuesta a un movimiento social. Tiene mucha base en un momento específico, cuando un movimiento social se tomó las calles y le dió sentido a lo que estaba pasando en Chile. No soy de la generación joven, pero me pasó algo y dije 'sí, el país necesita una reflexión distinta, un pacto social, una organización distinta; por eso surge el Frente Amplio y por eso estoy aquí.
- Para usted, que fue adolescente y vivió sus primeros años de juventud en el Chile de los 80 y comienzos de los 90, ¿cómo se produjo esa conexión más de 20 años después?
- Lo fui conectando de a poco. Pertenezco a una generación que no quedó satisfecha con lo que sucedió. Por cuatro meses no alcancé a votar en el plebiscito del 88. Fui una súper entusiasta del Sí y el No, de una experiencia como la Concertación, que 16 movimientos y partidos políticos se pusieran de acuerdo, todos con un mismo fin. Fui de las que votó Concertación por muchos años, me gustaban sus líderes.
- Su candidatura plantea que "se requiere avanzar hacia una desconcentración del poder", distribuyéndolo "hacia los territorios, las regiones y los espacios locales". Concretamente, ¿en qué consistiría ese proceso si llegan al poder?
- Si no hay descentralización no hay democracia, por eso se trata de ceder poder. Ese el el problema central del porqué no hay descentralización en Chile: el poder está absolutamente concentrado en Santiago y a los que lo tienen concentrado se les está pidiendo que desconcentren. Para mí descentralizar es parte de la democracia y de la profundización democrática.
- ¿Cómo ejecutaría el proceso?
- Hay cuatro aspectos fundamentales. El primero es la elección de las autoridades regionales localmente. En el fondo, que gobiernen mirando a la gente. Hoy gobiernan de espaldas, mirando al gobierno central, que es el que los instala, y le deben respuesta más al gobierno central que a las personas donde están organizando.
- Imagino que autoridades con atribuciones bien concretas.
- Por supuesto, por eso son aspectos conexos. Primero, ser elegido; segundo, una capacidad económica regional para tomar decisiones y con un cuerpo normativo que le permita ese margen de maniobra. Tiene que ser un presupuesto que vaya aumentando la cantidad de plata que se maneja en las regiones. La idea no es potenciar las diferencias económicas que puedan tener las regiones, sino que esto se pueda repartir de una manera más equitativa y que parte de ese financiamiento tenga que ver con lo que pasa en cada una de las regiones, con impuestos regionales que se queden en las regiones.
- ¿Cómo evitarían grandes disparidades entre las regiones?
- ¿Todos los impuestos regionales que se queden en la región? No puede ser, por el desequilibrio que existe. Parte de ese financiamiento tiene que ver con los impuestos locales. La idea es que vayamos emparejando la cancha, para que las comunidades no sigan sufriendo los efectos de un tipo de desarrollo económico. El impuesto tendrá que venir a provocar ese equilibrio. Si bien en todo Chile hay un efecto de nuestra forma de desarrollo económico, hay algunas zonas que lo están pagando más caro en su forma de vida. (...) Eso es lo que sucede hoy a nivel municipal; un municipio como Vitacura puede tener hasta 20 veces más de presupuesto que uno como Lo Espejo y están a 15 kilómetros de distancia. Eso no se puede reproducir en las regiones.
-¿Qué reformas concretas plantean al nivel de los municipios?
- Hay que flexibilizar lo que pasa en los municipios, que hoy tienen una capacidad muy estrecha de contratación de personal y de administración de presupuesto. El presupuesto viene estrictamente entregado por glosas específicas; estamos de acuerdo en que no puede haber un desorden total, pero tiene que haber un margen de maniobra para que el alcalde pueda disponer de mayor soltura para proyectos que son propios de la comuna (...).También se puede potenciar la asociatividad entre municipios. Hay municipios que tienen vocaciones muy parecidas; por ejemplo, varios que son del sector de presencia mapuche, que tienen muy claro lo que pasa en sus territorios(...).Hoy los municipios se entienden como estamentos muy separados.
-Para implementar todo este ambicioso plan, ¿modificarían la institucionalidad vigente para los temas regionales, como la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere)?
- Ojo, que de repente no es tan ambicioso; es más una reorganización. Es cómo entendemos el ceder poder. Todo esto se puede potenciar a través de los gobiernos regionales. La Subdere es hoy una de las subsecretarías más poderosas de Chile. Si bien se puede usar la misma institucionalidad, tiene que tener un sentido totalmente distinto. La Subsecretaría de Desarrollo Regional hoy ejerce un poder centralista muy perverso respecto de las regiones.
- ¿Cómo harían para no desincentivar la inversión con la nueva estructura tributaria que proponen?
- Chile es de los países más desiguales del mundo. Hace poco estaba viendo el cuadro de los países de la OCDE, de cómo es la situación en bruto y cómo cambia ese índice de desigualdad después de los impuestos. Chile es de los pocos países de toda la OCDE donde, después de impuestos, la situación queda prácticamente igual. La riqueza la tenemos que empezar a repartir de manera distinta. Chile, como está, no aguanta más. El 50% de los chilenos gana hasta 350 mil pesos y un 0,1% gana mensualmente 82 millones de pesos.
- Se lo pregunto porque el actual gobierno ya hizo una reforma tributaria, no hace tanto y profunda.
- Y el país sigue estando de pie, sigue funcionando.