El español que encontró en Iquique su trabajo soñado
Dejó Madrid por la crisis que se vivía en su país sin pensar que, en esta ciudad, se convertiría en el gerente de explotación de las rutas concesionadas A-1 y A-16.
Hasta el 2011, cuando el español Pedro Parrilla Calle (31) oía hablar de Chile, asociaba al país con un lugar muy lejano, de volcanes y terremotos. No tenía mayor referencia y mucho menos pensaba que dentro de poco se convertiría en su nuevo lugar de residencia.
Sin embargo, la crisis económica que afrontó su tierra natal en aquel entonces, lo impulsó a dejar a su amada Madrid y, también, a su familia.
Este joven ingeniero civil en obras civiles, titulado en la Universidad Politécnica de Madrid, aprovechó los contactos que estableció con extranjeros cuando estudió una maestría en estructuras, para tentar oportunidades fuera de su país.
Recuerda con agradecimiento que fue el chileno Víctor Gatica quien le dijo que en este lado del mundo podía encontrar oportunidades. Tomar la decisión le tardó un día. Con los ahorros que poseía, Pedro decidió, en enero de 2012, emprender el viaje de su vida ya que en su país llevaba meses en busca de trabajo, sin lograr resultados.
"Me dijo que había mucho trabajo y cuando llegué aquí (Chile) faltaban profesionales, y una de las ofertas que tuve fue para trabajar en el famoso puente de Valdivia (Cau Cau) y menos mal que no me metí... (risas)", cuenta.
Oportunidades
Su punto de llegada fue Valdivia. Recibió tres ofertas laborales y a las dos semanas ya estaba trabajando para la empresa Sacyr Chile. En dicha ciudad permaneció un mes y luego fue trasladado a la Región del Biobío donde estuvo trabajando hasta el 2016 en la autopista Concepción-Cabrera. Luego, en abril del año pasado, se vino a radicar a Iquique para ocupar el cargo de gerente de explotación de la concesionaria Rutas del Desierto, a cargo de las carreteras A-1 y A-16.
"La empresa (Sacyr Chile) me ofreció esta oportunidad, yo sabía que era en el norte de Chile, ya conocía el desierto, sabía que tenía sus limitaciones, pero no lo podía rechazar y me vine con la mochila y con mi pareja (Gabriela Alarcón)", dice.
Llegar a Iquique, además de permitirle desempeñarse en un cargo que en la estructura orgánica de la concesionaria está después del gerente general, le dio la posibilidad de cumplir uno de sus anhelos: vivir junto al mar.
Esta ciudad de inmediato lo cautivó con su clima, y si bien añora retornar a su país, por el momento disfruta su trabajo y su vida en esta tierra nortina donde además aprovecha su tiempo libre para practicar tenis playa. Aunque reconoce que le disgusta la suciedad en las calles.
"Iquique me entrega una oportunidad muy buena que no tendría en España, un clima riquísimo y la playa de la cual estoy enamorado", confiesa.
Comenta entre risas que lo más complicado de radicar en Chile, en sus distintas ciudades, es comprender los modismos.
"Tenía la suerte que mi amigo los traducía porque él había vivido en España, y el tema de la normativa también era complicado, las palabras técnicas (de la carrera profesional) aquí son distintas", precisa e intenta explicar cómo llaman a las bermas en España, pero sonríe y se da cuenta que ya lo olvidó y que está muy familiarizado con los términos que se usan en esta tierra que se ha convertido en su nuevo hogar.
Si bien asegura que él no ha sentido discriminación de parte de los iquiqueños, tiene claro que esto principalmente ocurre con aquellos migrantes que llegan de países fronterizos.
"No lo comparto porque yo también soy inmigrante", remarca.
Es por ello que enfatiza en que cuando un extranjero llega a un país no es con el afán de quitar los puestos de trabajo, sino de contribuir.
"Yo creo que hay gente que tiene mucha experiencia y puede aportar al país cosas", sostiene.
Inicialmente cuando Pedro se radicó en Chile su idea fue permanecer un par de años, pero sin pensarlo ya lleva más de cinco. "Esta concesión dura 30 años, así que si quisiera podría estar mucho más tiempo", finaliza riendo, dejando entrever que mientras esta ciudad le siga dando oportunidad para desarrollarse profesionalmente, él está dispuesto a quedarse.
"Iquique me entrega una oportunidad de trabajo muy buena que no tendría en España".
Pedro Parrilla,, ingeniero civil en obras civiles."