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El chileno Felipe Miranda se consagró campeón del mundo de esquí náutico al ganar la final del overall masculino del Campeonato Mundial Adulto 2017 que se disputa en París, Francia.

El deportista nacional repitió el título que obtuvo en Santiago en 2013 al imponerse en la sumatoria tras registrar marcas de 1,5 boyas a 10,75 metros en slalom; 8.930 puntos en figuras y 64,3 metros en salto.

La gran presentación de Miranda en la final de slalom y la eliminatoria de salto que se llevaron a cabo ayer en tierras parisinas, le sirvieron para asegurar este nuevo título mundial.

"Ser nuevamente campeón del mundo, y en la prueba más complicada del esquí náutico, es algo muy grande y ganarlo fuera de casa es algo increíble. La pelea estuvo muy dura y pude sacar ventaja en el momento que tuve la oportunidad" dijo Miranda tras competir en la final de salto, donde obtuvo el 12º lugar.

Sobre las claves del triunfo, el chileno sostuvo: "En esta especialidad no hay mucho margen de error. Hay que estar muy concentrado en todo el torneo pues hay que rendir al máximo en las tres disciplinas. En las dos primeras pruebas logré estar cerca de mis marcas a pesar de las condiciones del lago y en salto logré sacar la ventaja que necesitaba".

Campeón de oro

Con esta actuación, Miranda completa un palmarés que lo consagra dos veces campeón mundial adulto (2013 y 2017), una vez en junior (2003), una vez en Sub21 (2008), además de un título mundial universitario (2011) y una medalla de bronce en salto (2015).

En la previa a la fecha mundial, Felipe rompió el récord de Chile en salto adulto. En Estados Unidos hizo un de 68,8 metros en la rampa de Destin, con lo que superó por 10 centímetros que poseía desde 2012 su hermano Rodrigo.

Otros chilenos que destacaron en el cierre del evento planetario fueron los saltadores Rodrigo Miranda (quinto lugar con 62,8 metros) hermano de Felipe y Emile Ritter (décimo con 60,0) y los overollistas Santiago Varas (décimo con 2.247) y Valentina González (undécima con 1.928).

La partida de César Pinares de Unión Española ya es un hecho. El seleccionado chileno confirmó que su nueva aventura internacional privilegiará el aspecto económico y por ello partió a Emiratos Árabes Unidos.

En un intento de blindar al volante hasta fin de año, la dirigencia de los "hispanos" fijó su cláusula en 2 millones 300 mil dólares, algo que los emiratíes de Sharjah FC superaron hasta llegar a la cifra de 3 millones de la divisa norteamericana y con una oferta de sueldo mensual de 80 mil dólares (50 millones de pesos).

Pinares era una de las piezas claves en el esquema de Martín Palermo, que pese a ya no contar con el jugador tiene a Unión Española firme en el primer lugar de la tabla de posiciones con 16 puntos.

César Pinares ya había jugado en el extranjero, de hecho, con solo 18 años de edad, fue contratado por el A.C. Chievo Verona de la Seria A de Italia, donde no tuvo un buen pasar futbolístico y también en el Olympiakos Volou. En su regreso a Chile, además de Unión Española jugó en San Luis de Quillota y Deportes Iquique.

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