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"La descentralización, primero, pasa por gastar bien los recursos"

José Antonio Kast, candidato presidencial, quiere potenciar a las regiones extremas a través de zonas francas, "cortar con los operadores políticos" y propone que las FF.AA. ayuden en la "guerra" contra la delincuencia y el narcotráfico.
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Como una "ley mentirosa", que no otorga ni las atribuciones ni las facultades que deben acompañar la gestión de los futuros gobernadores regionales, calificó el diputado y candidato presidencial independiente, José Antonio Kast, el proyecto que permitirá elegir en las urnas a las autoridades regionales.

El ex parlamentario de la UDI dice que no cuenta en su programa con un apartado específico de descentralización, aunque entrega varios caminos que quiere explorar en caso de llegar a La Moneda:zona franca en regiones australes, mejoras en transporte e infraestructura.

"Hay comunas que exigen cosas pero no prestan ningún servicio", agrega respecto de las comunidades que se pelean con firmas que contaminan o generan externalidades negativas, para lo cual plantea crear "incentivos" para que las empresas tributen en los lugares donde operan.

En sus planteamientos programáticos, el abogado y actual diputado por La Reina y Peñalolén quiere derogar el aborto en tres causales, plantea retomar el Consejo de Seguridad Nacional y una lucha frontal en contra del terrorismo y narcotráfico con la colaboración de las Fuerzas Armadas.

- Su programa no cuenta con información detallada acerca de medidas que apunten a la descentralización. ¿Qué postura tiene usted respecto de esa materia?

- La descentralización no pasa por normas de aspecto político, sino que administrativas. Dentro de ello está, por ejemplo, las tres "regiones francas", que son Arica, Aysén y Punta Arenas. No tengo un ítem que diga descentralización específicamente. También tengo otras medidas, como en transportes e infraestructura. En transportes están los trenes de acercamiento que estamos planteando para grandes urbes, como el Biotrén en Concepción, pero con trenes de verdad y no con los carromatos que existen ahí, o en Puerto Montt-Osorno. También la inversión en obras de riego que va más allá de grandes embalses, sino con micro embalses. Esto apunta a un "plan país" que no implica solamente cortar cintas de canchas de fútbol o cosas pequeñas. Cuando tienes un plan global se pueden apreciar las cosas que vamos a hacer, para que los servicios a nivel regional mejoren y las personas quieran ir a vivir a las distintas zonas del país. También está el tema de la salud. Todos prometen especialistas para las regiones y eso es mentira, porque no existen tantos especialistas. Otro tema es la construcción de hospitales, y lo que yo planteo es el establecimiento de "hospitales modelo" o tipo, para no tener que hacer obras monumentales. La descentralización, primero, pasa por gastar bien los recursos y eso no ocurre porque hay despilfarro. También apunta a la descentralización cortar con los operadores políticos y los parientes. Porque cada vez que hay elecciones, en todas las regiones vemos que hay diputados y senadores que instalan, por obra de magia, a parientes en cargos. Eso es inaceptable.

- ¿Esto que plantea implica cambiar el presupuesto que controlan las distintas regiones para esos gastos? Se lo pregunto debido a la discusión por la elección popular de gobernadores regionales y las atribuciones y competencias que puedan llegar a tener.

- Lo que pasa es que esa es una ley mentirosa, porque se decía que se descentralizaría eligiendo al intendente. Pero lo que no se decía es que no se le entregaban atribuciones y que en paralelo habrá un gobierno regional dependiente del central. Esa ley la voté en contra, porque claramente era un maquillaje para decir que se avanzaría en descentralización, lo que no es así. Sí hay que avanzar en que quien sea electo intendente tenga facultades reales. En Estados Unidos hay estados a los que se les exige financiarse y ellos definen los impuestos que van a cobrar. Yo no voy tan allá, porque este no es un Estado federal.

- ¿Qué plantea usted?

- Tratamiento especial para algunas regiones, como las extremas.

- ¿Pero que se mantenga la misma derivación de tributos que se presenta hoy?

- En las tres regiones australes sí y en las otras las obras de infraestructura deben ser afrontadas de una manera distinta. Si construyo una central hidroeléctrica en Osorno, el beneficio para Osorno tiene que ser mayor que para el resto de las regiones, porque le estoy poniendo una carga negativa.

- Pero si hay una empresa de lubricantes que llega a una comuna y opera desde ahí, dejando externalidades negativas pero pagando su patente en Santiago, donde tiene su casa matriz, ¿no es eso injusto?

- Ahí soy partidario que las regiones o comunas puedan tener incentivos para que las empresas realicen el pago de impuestos ahí. Hay comunas que exigen cosas pero no prestan ningún servicio. Si una comuna quiere quedarse con los recursos de una petrolera, que le dé una calidad de atención equivalente a lo que está recibiendo. Hay muchos que alegan pero hacen la ley del mínimo esfuerzo.

- Pero más que entregar un servicio como comuna receptora de una inversión, se debería tomar en cuenta que, hacia atrás, hay un historial de contaminación en muchos casos.

- Bueno, pero ahí es donde tiene que entrar el Estado, porque en general las empresas se rigen por las normas que están señaladas en los reglamentos y en las leyes. Y muchas veces es el Estado el que ha fallado en el resguardo de los mecanismos medioambientales. Está el caso del proyecto Dominga, que fue una decisión política y no técnica. El Estado debe hacerse cargo de una cantidad de deudas y promesas incumplidas que es infinita. Por eso planteo primero que hay que hablar con la verdad. El papel aguanta todo y los candidatos prometen de todo, cosas que después no pueden incumplir, porque son cosas irreales. Ningún Gobierno ha cumplido el 50% de lo que señala su programa completo.

- ¿En su programa incluye cambios en la captación de inversiones para las regiones? Se lo pregunto porque en el caso del proyecto Dominga se puede ver que, tras varias inversiones y estudios, finalmente es una decisión política la que anula proyectos que generarían empleo y desarrollo en zonas a veces rezagadas.

- Hay que ponerle término al Comité de Ministros. Eso tiene que tener un componente técnico. Qué finalidad tiene una legislación medioambiental si al final la decisión la tiene el Presidente de la República. Y es una decisión política. Si vamos a decir que tenemos una legislación medioambiental técnica, mantengámosla hasta el final. Esto que hizo el ex ministro de Economía, Luis Céspedes, de no llegar a la votación, es una vergüenza. Lo técnico debe ser de verdad, sin influencias políticas. El intendente de la Región de Coquimbo, el que no tenía idea de nada técnico, fue el que votó en contra. Quitémosle esa facultad y dejémoslo en el ámbito de lo técnico.

- ¿De qué modo se pueden fortalecer las competencias de los futuros gobernadores regionales?

- Dándole atribuciones resolutivas y reales. Chile no resiste tener más operadores políticos, y el intendente regional ha pasado a ser un operador político más.

En seguridad

- En materia de seguridad, una de las cosas que usted propone es la lucha frontal en contra del narcotráfico. ¿Independiente de esa labor, no ve problemas en labores de inteligencia cuya resolución podría ayudar también en este ámbito? Se lo pregunto por la violencia en La Araucanía, donde esas críticas se han hecho presentes.

- Yo creo que la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) no funciona. Y tal como está da lo mismo que esté o no. Lo que señalo es que cambiaría el comité político de los lunes en La Moneda por un comité de seguridad, porque la urgencia en Chile hoy no es que los políticos se pongan de acuerdo para mandar al Congresos leyes de aborto o de matrimonio homosexual, sino que la urgencia de los chilenos es que les den seguridad y tranquilidad. Y eso se resuelve teniendo a los mejores analizando este tema semana a semana. Y a partir de ahí, el respaldo político a la acción policial. Las policías tienen capacidad de intervenir, pero no los dejan. Cuando la instrucción es que un carabinero se proteja con un balín de goma en contra de armamento de guerra, lo que le estoy diciendo es que no se defienda y que deje que el terrorista haga lo que quiera. Eso requiere un cambio de actitud, carácter y voluntad del Ejecutivo. Y en eso soy súper claro: al terrorismo y al narcotráfico hay que darles la guerra total.

- ¿Qué incidencia podría tener su propuesta de reponer el Consejo de Seguridad Nacional?

- Una incidencia tremenda en cómo se aborda la seguridad ciudadana. No sé si la Presidenta Bachelet le tiene temor o vive del pasado. Yo no le tengo miedo a las Fuerzas Armadas ni a las de orden, porque creo que son de gran utilidad para mantener la calma en el país. Cuando hay un desastre, como fue en el caso del terremoto y posterior tsunami en la zona centro sur, en 2010, en ese entonces el alcalde de Hualpén (Región del Biobío), militante de la Concertación, lloraba por teléfono pidiendo que se le enviara la fuerza militar. Eso tiene que cambiar. Si nosotros no tenemos por qué vivir del pasado ni mirando a 1973. El mundo militar tiene capacidad para colaborar, con muchas de las herramientas que tienen, con las policías para cumplir su labor. No digo que ejerzan labores policiales.

- ¿La anulación de leyes que propone, como la de aborto en tres causales, laboral o tributaria no tiene un símil con una versión propia de la "retroexcavadora" que Chile Vamos tanto ha criticado?

- Lo que pasa es que en el caso de la Ley de Aborto, el bien jurídico protegido es mucho más importante que el tema económico. No hay economía si no hay vida, ni hay sociedad sana si se atenta contra los más indefensos. Claramente esta ley fue aprobada por una mayoría circunstancial, apoyada por todo el aparataje del Gobierno que instalaba el tema día a día. En los otros temas, si yo pudiera echar atrás el tiempo y le preguntara a la ciudadanía si prefiere continuar con este sistema tributario o volver al que teníamos, seguramente la gente prefiere lo que había, porque esa mayoría circunstancial, que pasó una aplanadora, tiene una mayoría política, no social. La gente hoy rechaza la reforma tributaria, laboral y educacional y los políticos que dicen que oyen a la mayoría, como lo aseguran en el caso del aborto, no la oyen en el caso de las reformas anteriores. Son unos incoherentes.

"También apunta a la descentralización cortar con los operadores políticos y los parientes. Porque cada vez que hay elecciones, en todas las regiones vemos que hay diputados y senadores que instalan a parientes en cargos".

José Antonio Kast, candidato presidencial independiente."