"Oasis del Alto Molle" se alista para las actividades de fin de año
Los vecinos del condominio realizarán una rifa este mes para reunir fondos.
Un total de 125 viviendas dan vida al condominio Oasis de Alto Molle, cuya construcción fue una de las pioneras bajo este formato, junto con el condominio Doña Olga. Ambos fueron edificados en el año 2003, cuando en sus alrededores solo había parcelas.
El conjunto de viviendas está emplazado en el sector industrial, a la altura de avenida Las Parcelas con calle Dr. Viterbo Aceituno; y su administración está a cargo de Nora Zuleta, una de las primeras pobladoras que llegó a habitar las casas de Oasis de Alto Molle.
Por estos días, los vecinos ya comenzaron a organizarse para las actividades de fin de año que están dirigidas especialmente para los niños del condominio. Es por ello que a cada residente le entregaron una rifa la cual se sorteará este 16 de septiembre. "La plata que se reúne es para la Navidad de los niños y arreglos de los espacios comunes", dijo Zuleta.
Espacios comunes
El condominio le hace honor al nombre que lleva ya que en su interior cuentan con áreas verdes, además de una multicancha, una sede social, juegos infantiles, un minimarket y hasta una piscina la cual no está en funcionamiento debido a que su base se dañó tras el terremoto del 2014.
Marcos Jara, uno de los residentes del condominio Oasis, comentó que otra de las consecuencias de este movimiento telúrico fue que dieron fin al contrato que abastecía de gas al condominio a través de un sistema centralizado. Esto, debido a que la estructura donde estaban los estanques de gas también sufrió daños.
"Se terminó el acuerdo que teníamos con Uligas en marzo del año pasado porque nunca hicieron un mantenimiento como corresponde y quedaron en venir a retirar los estanques y hasta el día de hoy seguimos esperando", agregó.
La administradora agregó que una vez que se retiren los cilindros de ese espacio tienen contemplado la instalación de máquinas de ejercicios.
Mantención
Zuleta contó que para la mantención de los espacios comunes cada vecino paga una cuota mensual. Este dinero se emplea para costear los honorarios de un jardinero, un contador, guardias y una encargada de realizar la limpieza al interior de los pasajes. "Entre los vecinos tenemos buena relación al interior del condominio porque casi todos nos conocemos, pero también han llegado nuevos arrendatarios que de a poco se van adaptando a las normas de convivencia", aseveró Zuleta.
"La plata que se reúne es para la Navidad de los niños y arreglos de los espacios comunes".
Nora Zuleta,, administradora"
2003 fue el año cuando llegaron los primeros residentes de este condominio.
Lorena Méndez Jara
lorena.mendez@estrellaiquique.cl