Leonardo Naveas Nuñez
Vecinos del sector norte de la ciudad serán parte de un proyecto de huertos urbanos, donde expertos capacitarán a los participantes y fomentarán la educación a favor del medio ambiente.
Este proyecto, que es financiado por la Compañía Pesquera Camanchaca, beneficiará a las poblaciones Carol Urzúa, Jorge Inostrosa, Nueva Esperanza, Norte Hospital, Ferronor y las villas Iquique, Quitasoles, Santa María, Navidad y Progreso, además del jardín infantil "Caracolito".
La iniciativa pretende generar instancias de capacitación y educación agro-cultural enfocadas en el cuidado del medio ambiente, promoviendo, además de la seguridad alimentaria de las comunidades, mejoramiento de su entorno y en segunda instancia la generación de fuentes de ingreso mediante redes de comercialización e intercambio de productos.
Lina Flores, presidenta de la junta de vecinos Carol Urzúa, comentó que la finalidad de estos talleres es que los niños y la gente en general aprendan a plantar sus propias verduras, saber cómo se cultiva, preparar la tierra; agregó que entre los huertos en el futuro se realizarán intercambios de semillas y plantas.
Por su parte, Patricio Villablanca, secretario regional ministerial de Medio Ambiente, expresó que "lo que están haciendo hoy la empresa privada y las organizaciones de la sociedad civil organizadas es fortalecer la aspiración de contar con un desarrollo urbano sustentable, que concilie la superación de las desigualdades sociales y el mejoramiento de las condiciones del medio ambiente de la ciudad".
Niños
El jardín infantil "Caracolito" también es parte de este proyecto. Su directora, Pamela Villegas, comentó que "la verdad es que nosotros como jardín siempre hemos estado priorizando el trabajo con las redes porque ellos también nos fortalecen harto lo que es el tema educativo de los niños".
La directora explicó que este proyecto les permite fortalecer los procesos de enseñanza en educación ambiental, donde además mantienen contacto con la tierra y se realiza un trabajo en conjunto con la familia, afianzando lazos.
Para poder trabajar se realizan talleres donde un monitor les explica a los niños y sus padres desde cómo manipular una semilla, los cuidados para su crecimiento, hasta como hacer el compost para obtener la tierra adecuada.
Este establecimiento que se sumó a este proyecto mantiene un trabajo anterior en este mismo tema, debido a que Junji colabora con hablantes aymaras que trasmiten su lengua. Así lo manifestó Ana Mamani, quien es la educadora de Lengua y Cultura Indígena, quien expresó que en su etnia la tierra es algo muy importante, indicando que ellos son ambientalistas hace más de 5.000 años.
Mamani afirmó que los niños han sembrado hortalizas y frutos, agregando que el compost lo generan con desechos que llevan las familias y los residuos que separan desde su comedor.
"Este tema es importante, a nosotros nos importa mucho la educación ambiental que lamentablemente en nuestra región se ve poco, no tenemos una ciudad tan limpia, donde no tenemos tantos espacios para áreas verdes, entonces buscamos fortalecer eso en nuestros niños y si lo podemos complementar con nuestras familias mejor, porque así todo se va al hogar", finalizó Villegas.
10 juntas de vecinos del sector norte de la ciudad están incluidas en este proyecto.