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Carolina Goic: "Quiero poner a las regiones al centro de verdad"

La abanderada de la Falange plantea redefinir los términos de la relación de poder entre el nivel central y las regiones, cambiar de forma drástica "la lógica", enfatiza, que domina hasta hoy la toma de decisiones en asuntos fundamentales para los territorios.
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Luis Alberto Pino Gumucio

Afuera, en la fachada de una tradicional construcción de tres pisos, en la comuna santiaguina de Providencia, la imagen gigante de una abeja en pleno revoloteo apenas deja superficie sin cubrir. Es el nuevo símbolo de la campaña. Adentro, sobre la casi totalidad de una de las paredes de la recepción, una secuencia de cuatro imágenes: de derecha a izquierda, los ex Presidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. El recorrido visual termina en el muro de fondo, donde una gigantografía de Carolina Goic (44) recibe a las visitas.

La presencia de los ex mandatarios y la Presidenta en el comando de la candidata de la Democracia Cristiana a La Moneda no pasa por simple decoración: es un claro mensaje político.

"Lo que ves ahí, con la continuidad de los presidentes del mundo de la centroizquierda, es lo que quiero hacer: recuperar la mejor tradición de los gobiernos de centroizquierda, de lo que hicimos para recuperar la democracia, para entregar los mejores años de crecimiento y asumir los desafíos de este tiempo, que no son los mismos de los 90", afirma la senadora por Magallanes y la Antártica Chilena.

Es un esfuerzo, dice Goic (oriunda de Magallanes, aunque explica que nació, "por casualidad", en Santiago) que nada o muy poco tendrá que ver con la actual coalición de gobierno, ni en su forma ni estilo. "La lógica de la retroexcavadora, nos ha pasado la cuenta", asegura.

"La Nueva Mayoría dura hasta marzo, hasta el 11 de marzo. Es un proyecto político que no tiene continuidad. De eso no hay ninguna duda. Fue un acuerdo político programático que duró el gobierno de (Michelle) Bachelet. Como proyecto político es un proyecto que fracasó", afirma en esta entrevista, en la que desgrana su mirada y propuestas para concretar un proceso descentralizador del país.

- ¿Qué es ser de regiones en Chile, hay una suerte de ethos que defina ser de regiones en Chile?

- Sí. Nuestro país está enfermo de centralismo. Cuando uno habla de equidad, no es solo la distribución de los recursos en la suma agregada, sino también respecto del territorio. Lo veo así: si no rompemos el centralismo, si no lo enfrentamos decididamente, no vamos a ser un país desarrollado. Lo digo desde vivir y ser de la Región de Magallanes, que es, además, extrema, aislada, que por las características de la geografía ni siquiera tiene conexión vial o terrestre con el resto del país y donde muchas veces hemos tenido que aprender a sacar adelante las cosas por nuestros propios medios, porque no podemos esperar que desde el centro se resuelvan. Hemos dado peleas emblemáticas. Voy por la última: el no cambio de hora. Cuando lo planteamos, para algunos parecía casi ridículo, 'cómo vamos a tener dos horas en un país unitario'. Para los magallánicos tener una hora más de luz en el invierno, entre las cuatro y las cinco de la tarde, cuando vuelven los chicos del colegio, es muy significativo. Se pudo hacer y no hubo ningún problema. Fue voluntad política diferenciar una decisión administrativa que beneficia a un territorio. Cuando uno mira con los ojos de las regiones cambian las decisiones y facilita el desarrollo. La descentralización, en buena parte, es voluntad política.

- ¿Ha faltado voluntad política?

- Quiero ser justa, hay un mecanismo que fue decisión de este gobierno y de la Presidenta que es, en el caso de las regiones extremas, el de los planes de zonas extremas. Es un mecanismo que no sólo voy a mantener, sino que voy a llevar a todas las regiones. Es la idea de un acuerdo, de un pacto entre el centro y la región, nos ponemos de acuerdo en cuáles van a ser los proyectos prioritarios, conversados con la gente. Es mucho más concreto que una estrategia de desarrollo.

- ¿Es eso es lo que usted llama los "contratos región"? ¿Su ejecución sería obligatoria?

- Claro. Primero surgen de la participación de la gente, que fue lo que hicimos en Magallanes. Aquí no hay que inventar la rueda, sino potenciar las cosas buenas que se han hecho y llevarlas al resto de las regiones. En las regiones, porque nos conocemos y nos vemos, es mucho más fácil ponerse la camiseta de la región y dejarnos de esta diferenciación entre izquierda y derecha.

- En lo concreto, ¿cómo se materializarían estos "contratos región"?

- Voy a pedir que, dentro de los 100 primeros días de gobierno, las autoridades locales hagan procesos de participación en las comunas, para definir proyectos de inversión prioritarios. No solo hablamos de inversión pública; me interesa mucho todo lo que tiene que ver con programas sociales, darles a las regiones la posibilidad de poner sus énfasis. Hoy enfrentamos la pobreza como si fuera igual en Pica y Pozo Almonte o en Valdivia y Puerto Williams. Lo que quiero es la mirada de la región en procesos participativos.

TRIBUTACIÓN EN REGIONES

- En su programa también plantea una "ley de rentas regionales", que las empresas tributen donde realizan actividades productivas". ¿Cómo se materializaría esto?

- Podemos discutir en la operatoria. Para mí, el principio es lo importante: que aporten en el territorio donde están funcionando y no donde está la gerencia, que habitualmente es en el barrio alto, en el centro. Es el territorio el que se ve afectado habitualmente por la actividad.

- ¿Cuántos de estos recursos quedarían en las regiones y cuantos en el gobierno central?

- Me gustan las fórmulas mixtas que incorporan el apoyo a la comuna y a la región, que nos permitan redistribución dentro de la propia región, porque el centralismo regional también existe y es algo que tenemos que equilibrar. Cuando tienes claro el principio, encuentras fórmulas técnicas sin ningún problema.

- Pero con las tres o cuatro industrias estratégicas de Chile concentradas en puntos bastante específicos como, por ejemplo, la gran minería en el norte, algunas regiones recibirían muchos más recursos que otras.

- Esto tiene que ver con una propuesta más integral, donde las regiones puedan generar sus propios recursos. La posibilidad de generar ingresos propios hoy no existe. La otra es la decisión respecto de los presupuestos regionales; hoy, el 8% de la inversión es decidida en la región. En eso hemos tenido un retroceso. Fui seremi de Planificación antes de ser diputada doce años atrás y antes el intendente tenía mucho más peso. Quiero un intendente que venga a defender el presupuesto de la región. No el ministro del MOP; por qué tiene él que defender los proyectos de la Región de los Ríos, de la Región de Atacama o de la Región de Antofagasta. Quiero un intendente que diga: 'Esta es la prioridad de cada sector en el territorio.

- Pero con la magnitud que tienen algunas industrias estratégicas en Chile, ¿cómo evitaría que se produjera una disparidad significativa entre las regiones?

- Por eso digo que aquí lo importante es que establecemos un principio y buscamos formas y fórmulas para equilibrar y para hacerlo no sólo entre regiones que tienen más recursos y menos, sino dentro de las regiones. Es parte de la fórmula técnica a la que vamos a llegar. No quiero dejar de mencionar los gobiernos locales, porque nos pasa lo mismo con los municipios y cuando hablamos de descentralizar no solamente es el gobierno, sino que el municipio y la lógica de una ciudad justa para todas las personas. Es un principio fundamental. Hoy, sólo 20 municipios se financian y hay 200 que no.

Inversión regional

- Usted destaca que hoy sólo el 8% de la inversión se decide entre los distintos niveles de las autoridades regionales. ¿Cuánto subiría ese porcentaje en un eventual gobierno suyo?

- Yo quiero que cambiemos la lógica, que al final del gobierno lleguemos al porcentaje más alto, pero que cambiemos la lógica. Esto no se trata de ir pidiendo migajas al centro, que es lo que nos pasa hoy, sino de poner a las regiones al centro de verdad. Es cambiar la forma de decidir. Hoy, las autoridades regionales, los seremis, los deciden los ministros a una propuesta del intendente. Hagámoslo al revés, que el ministro le proponga al intendente tres nombres. Los intendentes no pueden ser buzones de las autoridades centrales. Vimos de esta lógica de 'Estado Región', que es una discusión constitucional que probablemente va a llevar más tiempo, pero es una lógica distinta de pensar el territorio.

GOBERNADORES REGIONALES

- Y en el contexto de su propuesta para descentralizar, ¿cómo debiera ser el gobernador regional?

- Electo, con la validación de su gente y empoderado, con atribuciones para tomar decisiones, con presupuesto, que maneje la región. No un intendente subordinado del centro, sino que represente a su territorio. Lamento que muchos que en su discurso plantean su compromiso con las regiones les dieron la espalda a los ciudadanos de las regiones. Tuvieron la oportunidad de votar en la elección. Lamento que no hayamos partido con esta primera llave; la elección de gobernadores no iba a resolver los problemas del centralismo en nuestro país, pero sí era un avance para un proceso que tenemos que seguir perfeccionando, quizás en forma gradual. Ahora vamos a tener que partir por las transferencias de competencias. Hay muchas cosas que son voluntad política, que no requieren ni tramitación de ley. Las haremos. Cuando hablo del contrato del centro con las regiones, la definición de las autoridades regionales, la discusión del presupuesto, son cosas simples que sólo necesitan voluntad política. Espero que terminemos en eso, pavimentando el camino para que tengamos efectivamente autoridades elegidas por la gente en su región.

"Hoy enfrentamos la pobreza como si fuera igual en Pica y Pozo Almonte o en Valdivia y Puerto Williams."