Carlos Luz Aguilera

Una contusión nasal y otras lesiones en su cuerpo sufrió una mujer, de 71 años de edad, que fue golpeada, reducida en el suelo y amenazada de muerte por un limpiador de autos, de 49 años, quien intentó robarle su dinero cuando el mediodía de este viernes trabajaba como cuidadora de unos baños públicos del municipio en la avenida Arturo Prat.

"En circunstancias que la víctima se encontraba desarrollando su trabajo, el imputado llegó y conversó con ella para que la afectada le comprara unos productos que estaba vendiendo. Luego, de forma sorpresiva, la tomó por su espalda y la agarró fuertemente por el cuello, y con la otra mano le tapó la boca para que no gritara. Después la empujó hacia el interior de un baño y la tiró al suelo", de este modo el fiscal Juan Valdés comenzó su relato en la audiencia de formalización del agresor.

El abogado persecutor prosiguió diciendo ante el juez Frederick Roco que el imputado se puso encima de ella y le apretó su cuello, dificultándole la respiración. "Pero ella logró soltarse. El imputado, entonces, le dijo que no gritara o sino la iba a matar y que entregara todo su dinero".

Otra mujer que se encontraba en los baños públicos también fue intimidada por el agresor. "Por lo que esta le entregó unas monedas, pero el imputado no quedó conforme y le pidió más plata, amenazándola que la iba a matar. Se puso a llorar", dijo Valdés.

Por suerte para las víctimas, dos hombres se acercaron a los baños, ubicados al frente del Liceo Politécnico, y se percataron de la situación. "Uno de los dos, quien intentó reducir al imputado, fue agredido por este con una piedra". Le pegó en el rostro. De todos modos, pudo ser detenido hasta que llegó Carabineros.

Por este hecho, el fiscal Valdés lo formalizó en el juzgado de garantía por el delito de robo con violencia e intimidación y pidió su prisión preventiva, la que fue decretada por el juez Frederick Roco. Estará privado de libertad durante 60 días.

En 2013 ya fue condenado a cinco años de presidio por el delito de robo con violencia.

La Policía de Investigaciones de Iquique detuvo a dos artesanos que tenían a la venta unas especies de origen paleontológico, contraviniendo con ello la protección que les otorga a dichos ejemplares la ley que protege la integridad de los monumentos nacionales.

Detectives de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) estableció la existencia de dos artesanos y comerciantes del sector céntrico de Iquique que mantenían a la venta de manera informal diversos ejemplares fósiles.

Los policías, en tanto, evaluaron las características de los elementos exhibidos, concluyendo que se trata principalmente de piezas dentales fosilizadas, dadas sus características de peso, coloración, sustratos minerales adosados, entre otros.

Entre las pertenencias de los artesanos se encontraron un total de 83 piezas protegidas.