Como país Chile está quedando en la retaguardia del progreso. El Congreso a iniciativa del Gobierno legisla a menudo en ámbitos poco relevantes. Como ejemplo, en lo laboral nuevas leyes atentan no solo contra el empleador sino también contra el supuesto beneficiario, el trabajador no especializado.
En un mundo donde vemos con interés la irrupción de la robótica en el ámbito laboral, cada obstáculo o dificultad que se presente al empresario al momento de contratar mano de obra, más motiva la creación de mecánica artificial. La palabra robot tiene casi cien años de existencia y proviene del término "robota" que en el idioma checo significa "trabajo duro". La robótica como tema de estudio lo propone el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov el siglo pasado. Independiente del origen de la palabra, en el mundo actual de la tecnología, en su vertiginoso desarrollo avanza en forma acelerada buscando mayor eficiencia en el cumplimiento de acciones rutinarias. Utilizando inteligencia artificial, dispositivos y máquinas, pronto se podrá realizar tareas de mayor complejidad, arriesgando puestos de trabajo que requieren habilidades especiales.
La "ley del saco" recientemente promulgada limita al trabajador cargar o portar solo hasta 25 kilos. Con ello se pone en peligro un segmento importante de la fuerza laboral no especializada. Curiosamente, pareciera que el sector laboral a quienes beneficiaría esta ley no está de acuerdo con ella pues intuyen que los perjudica. El tiempo dirá que consecuencias esta medida tendrá.
Un Estado o empresariado proactivo debiesen anticipar situaciones como la analizada y aprovechar la oportunidad que esta le brinda. Para iniciar una actividad paliativa en un futuro cercano será necesario contar en el país con especialistas y trabajadores especializados en el desarrollo y operación de "robots". Cualquier iniciativa para enfrentar el tema requiere de educación técnica profesional a la que podrán acceder los más jóvenes. Para iniciar e interesar a potenciales técnicos, que aún no tienen una vocación determinada, ofrecerles una alternativa de aprendizaje que podría transformarse en el corto o mediano plazo en una ocupación o emprendimiento para los más hábiles. Lo más urgente es, sin embargo, crear la inquietud en una sociedad que camina indeclinablemente a una realidad que, o desconoce o quiere postergar. Cada problema genera su propia oportunidad. Aprovechémosla.
Luis Alberto Simián.