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Dejó Escocia y hoy busca que Iquique sea un lugar sustentable

Paul Codd lleva seis años en Chile y se ha dado cuenta de los potenciales en cuanto a energía que tiene la región.
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Francisca Cabello Iriarte

Las gaitas, el tartán y el whisky típico de Escocia no fueron impedimentos para que Paul Codd Macdonald decidiera emigrar de su país natal y comenzara hace seis años una vida en la Región de Tarapacá.

Vino producto de que su mujer, hija de pampinos, debía retornar a su ciudad porque su padre se encontraba enfermo, por lo que este ingeniero en Energía vino a acompañarla sin ninguna oferta laboral previa, pero se quedó con las olas para hacer surf y el paisaje local para realizar los deportes extremos que tanto le gustan.

Comenzó haciendo clases de inglés, lo que lo llevó a ser intérprete y ayudar en este idioma a los gerentes de las mineras de la zona, y bajo esta labor se fue dando cuenta de las aptitudes que contemplaba el norte, energéticamente hablando, hasta que un día trabajando en altura desde la mina descubrieron su profesión y "estuve planteando ideas de mejoras y eficiencia, entonces estuve en faena por casi dos años desarrollando un portafolio de distintos proyectos para bajar su huella de carbono, usar menos agua, capturar el calor y usar energía renovable en vez de la sucia", contó a La Estrella.

Todo iba bien, se encontraba desarrollando estrategias ecológicas para realizar todo lo que antes mencionaba, pero "justamente estaban cortando cabezas y tomé uno de mis proyectos y pensaba: mira, hay una oportunidad acá para hacer esto, no para campamentos mineros sino para la comunidad", manifestó Paul, quien luego de eso dio el puntapié inicial para emprender y constituyó su propia empresa, "Eco Energía y Agua".

Junto a ella surgió su negocio estrella y más característico que tiene la marca. "Huella Hotelera se trata de hacer lo que estuve haciendo para el campamento minero arriba, pero hacerlo para hoteles y el sector turístico de aquí de la zona. Consiste en básicamente bajar la huella de carbono, usar menos agua, bajar los gastos de electricidad en el hotel y ver también fuentes de energía renovables", afirmó.

Potencial

Las ganas de que su proyecto surja y vaya creando hoteles ecológicos en la región, radica principalmente en que su visión es que "Iquique tiene una muy buena oportunidad para ser un destino sustentable, entonces actualmente estamos trabajando con los líderes en el sector, tales como Hotel Divasto que están tomando una posición de liderazgo y tomando la iniciativa para desarrollar hotelería sustentable", contó el hombre de 43 años.

Sus pretensiones de generar este tipo de característica en el norte tiene que ver también porque "cuando el sector empieza en realidad a tomar las riendas de la posibilidad para bajar sus costos y aumentar el valor al cliente, eso posiciona a la región como mucho más potente y mucho más en el mapa", aseguró.

Que Iquique haga presencia dentro del globo terráqueo es la idea del escocés, y es que visto desde afuera, "el turista ve San Pedro, Santiago, Isla de Pascua y Torres del Paine, pero no Tarapacá, realmente pasa de largo. Entre Machu Picchu y San Pedro no está en el mapa, pero aquí tenemos el punto del planeta más seco del mundo y si usamos eso como dato para posicionarnos en cuanto a cómo vive la gente en este sector", sería la oportunidad del potencial que tanto habla este emprendedor.

Familia

Entre tanto trabajo Paul siempre busca algún tiempo para dedicarle a su familia, la cual está integrada por su mujer iquiqueña y sus dos hijos de 14 y 17 años. Junto a ellos siempre está en búsqueda de hacer actividades al aire libre como el deporte, pero también más culturales y didácticas, como lo fue su clase de música donde pudieron aprender del folclor nacional como Violeta Parra o Víctor Jara, además de incursionar en el charango y las zampoñas.

Su hija es la menor y a pesar de que llegaron muy pequeños a Chile, se han podido adaptar a la perfección, y una de las decisiones de esta pareja escocesa-iquiqueña fue entregarles a sus hijos la educación en casa, algo que según comentó Paul, "es muy buena opción. Para nosotros ha ido muy bien porque tienen sus cuatro o seis horas al día para hacer sus estudios normales y el resto del día pueden dedicarse a lo que realmente les apasiona".

Una agenda copada es la que lleva por estos días Paul Codd, pero siempre existe el tiempo para incursionar en varios pasatiempos. "Realmente me apasiona el deporte, sobre todo los extremos, por ejemplo, el surf. No había hecho surf antes de llegar a Iquique, aprendí acá y me encanta", sostuvo.

Otra de las actividades que realiza es el yoga, ya que siempre estuvo en sus planes poder hacerlo pero no había tenido tiempo hasta que llegó a la ciudad, se inscribió en un curso de seis meses y hoy lo practica como hábito. Además, pararse sobre una tabla de skate fue algo que también aprendió y hoy se pasea por la costanera iquiqueña sobre su longboard.

"El turista ve San Pedro, Santiago, Isla de Pascua y Torres del Paine, pero no Tarapacá.

Paul Codd Macdonald, Ingeniero en Energía"