Impacto de la droga
La problemática de las drogas no es nueva en el norte del país y mucho menos en Iquique. Desde hace medio siglo, estas sustancias se insertaron en la sociedad local y sus efectos causan estragos en las calles.
Por un lado se perciben los daños que provocan en los consumidores y un ejemplo de ello es el gran número de personas en situación de calle, como también de otras que se aprecian en sectores poblacionales, principalmente en el entorno de lugares de venta. Por otro lado, la droga se encuentra en todas partes y afecta a muchos trabajadores y estudiantes que las utilizan tanto socialmente como en forma adictiva.
La enorme rentabilidad de este negocio ilícito hace que las bandas de narcotraficantes no escatimen en gastos a la hora de ingresar la droga al país.
Pero si bien la mayor cantidad de estas sustancias tienen como destino las zonas más pobladas del país, mucho se queda en la región causando un gran daño social, principalmente en los sectores más vulnerables.
Asimismo, el acceso a las armas de fuego que cada vez es más fácil para las bandas de narcotraficantes, repercute en enfrentamientos territoriales que terminan con heridos o incluso fallecidos.
El caso de Rosalva Gómez, no solo da cuenta de un horrible homicidio, sino de la existencia de mafias que tienen total desprecio por la vida.
Se requiere, entonces, potenciar la intervención de los organismos dedicados a la seguridad ciudadana, dotarlos de recursos humanos y técnicos de modo que logren hacer frente a estas mafias que terminan por desestabilizar la calidad de vida en la región.
Aunque existen grandes esfuerzos para combatir el narcotráfico, es evidente que queda mucho por recorrer y que la lucha contra la droga está lejos de terminar.
Es importante focalizar los recursos y fortalecer las unidades de investigación criminal de ambas policías y de la fiscalía, esto junto con potenciar el trabajo con los dirigentes vecinales.
Todo esfuerzo es válido para proteger a la comunidad, no solo de la violencia que generan las bandas de tráfico de droga, sino del daño que provocan en el seno familiar.
"El caso de Rosalva Gómez, no solo da cuenta de un horrible homicidio, sino de la existencia de mafias que tienen total desprecio por la vida".