Secciones

Con ochenta años don Zacarías no para de crear

Su jubilación no fue impedimento y su personalidad inquieta lo llevaron a entrar en el mundo artístico.
E-mail Compartir

Francisca Cabello Iriarte

En medio de pinceles, acrílicos, atriles y un sinfin de otros productos que fueron confeccionados por él mismo, se encontraba don Zacarías Valenzuela Ruz, un hombre que con sus ochenta años, sigue innovando y sintiendo esas ansias de trabajar y crear artículos para solucionarles la vida a sus colegas pintores.

De padre filipino y madre chilena, este iquiqueño se ha dedicado al mundo de las artes hace aproximadamente diez años, tras dejar su pasado como miembro de Carabineros y ex funcionario del Banco Central, donde estuvo por 17 años, su último trabajo antes de jubilar.

"Me vi en una situación muy fría, de qué es lo que hago ahora porque me acostumbré a trabajar y empecé a crear cosas, entonces un día agarré el diario La Estrella y salía que había un curso de pintura especial para adultos mayores, y entré para buscar algo en qué ocupar mi tiempo porque yo soy muy inquieto, no puedo estar sin hacer nada", explicó don Zacarías de cómo comenzó su incursión en el arte.

Creaciones

Pero no sólo se quedó pintando esos cuadros llenos de historias que contienen paisajes de la Plaza Prat, La Moneda, el trabajo minero y desnudos, sino que a lo largo del tiempo han ido apareciendo diferentes cosas que han llamado su atención, y a partir de esa inquietud va generando diferentes productos como una prensa artesanal para sombreros o sus tan queridos corbatines, una creación que "lo digo con toda modestia porque puede que me equivoque, pero no hay en ninguna parte, porque estas cosas antes las damas se las ponían, son prendedores, entonces yo los junté y cree esto", contó mostrando el artículo que obviamente estaba dentro de su vestimenta de color rojo y con un broche de bota vaquera.

"Es un poquito rara mi actitud en el sentido que yo soy muy curioso y me gusta mirar y aprender, entonces cualquier cosa que yo veía, algo raro, llegaba a mi casa y lo comenzaba a hacer, por ejemplo, las cerámicas. Llegué a mi casa y empecé a trabajar, me salieron malas, feas; después la segunda vez un poquito mejor, y a la tercera vez aprendí, y así sucesivamente con todas las cosas que he hecho", narró don Zacarías desde su atelier que se encuentra en su mismo hogar, el cual también fue intervenido con sus propias manos, una fachada en blanco y azul con detalles de estrellas.

Familia

Entre sus recuerdos guarda un gran amor por su madre, quien luego de la muerte de su esposo se quedó sola bajo el cuidado y crianza de sus seis hijos, un sacrificio enorme que tuvo que realizar, y que don Zacarías agradece hasta el día de hoy. Sin embargo, también confiesa sus años de niñez porque "yo era porrón, mi mamá me tomaba de la mano y me iba a dejar al colegio y yo me arrancaba, así era yo, y me llevaban preso jugando bolitas porque en esa época se llevaban preso a los que no iban al colegio, y allí iba a buscar mi mamá", recordó con nostalgia.

Sin duda, don Zacarías es artista autodidacta que de situaciones cotidianas como la simple caída de un hombre desde una banca, ha ido innovando, por ejemplo, creando dos soportes para que esto no ocurra.Puede ser muy fácil, pero a todos ellos les responde ¿a alguien se le ocurrió?

"Me vi en una situación muy fría, de qué es lo que hago ahora, porque me acostumbré a trabajar y empecé a crear cosas".

Zacarías Valenzuela Ruz, Pintor autodidacta."