Ximena Araya Monroy
Un trágico desenlace tuvo el accidente vivido este domingo por Claudio Molina, quien ayudaba a limpiar una casa rodante, la que fue embestida por un conductor en estado de ebriedad.
Cerca de las 11 horas la víctima estaba barriendo el techo de una motorhome de propiedad de Jorge Lillo, la cual estaba estacionada en calle Zegers con Amunátegui, cuando sorpresivamente fue impactada por J.T.R ., quien manejaba su vehículo Mazda en estado de ebriedad.
Choque
Producto del impacto, el hombre se desestabilizó y cayó de una altura de tres metros, golpéandose la cabeza contra el pavimento, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital Regional, a raíz de un politraumatismo craneal, falleciendo ayer producto de una hipertensión creaneana.
Cuando Carabineros se constituyó en el lugar del accidente, advirtió que el conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol, por lo cual procedió a practicarle la alcoholemia de rigor, la que arrojó dos grados de alcohol en la sangre, por lo cual pasó a control de detención por lesiones graves.
Fue ayer cuando el chofer se enteró que la víctima del accidente había muerto, por lo cual fue formalizado por conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte, por lo cual la fiscalía solicitó su prisión preventiva por considerarlo un peligro para la sociedad.
Mal estacionado
El defensor penal Rolando Soto, reconstituyó los hechos hasta que ocurrió el accidente, señalando que su representado había participado de una celebración de su trabajo y una vez terminada la fiesta se vino en taxi desde las discos del sector sur, para recoger su vehículo particular que había estacionado en la plaza Arturo Prat.
Desde ahí emprendió rumbo por calle Zegers, hasta que se encontró con la casa rodante y la impactó en la parte trasera.
Según lo expuesto por el defensor, según la versión del imputado, el vehículo habría estado mal estacionado, lo que dificultaba el tránsito en el sector, por lo cual rechazó la medida cautelar de la prisión preventiva apelando a que en algunos casos se había declarado inconstitucional esta medida de la ley Emilia.
Los antecedentes fueron descartados por la jueza Verónica Opazo, quien refirió que el hecho de que el vehículo estuviera mal estacionado no era un argumento válido, dado que era una característica de la ciudad, por la cual los conductores debían estar más atentos a las condiciones del tránsito, calificando su actuar como irresponsable al conducir en ese estado, por lo cual aceptó la solicitud de prisión preventiva por 90 días.
Antecedentes
Aunque el imputado no tenía antecedentes penales, si registra una suspensión condicional por conducción en estado de ebriedad con lesiones leves en 2003. Las penas por el actual delito van desde los 3 años a 5 años de presidio, más una multa e inhabilitación para conducir. Uno de los aspectos cuestionados por algunos tribunales es que la ley busca que los autores por lo menos cumplan un año de prisión efectiva.