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Brigada Animalista de la Unap y sus 20 años al rescate de los perros

Cerca de diez voluntarios mantienen con amor y dedicación a las 15 mascotas de la casa de estudios.
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Crismary Castillo Marengo

Chato, Napoleón, Beba, Pichicha, Verde, Flaka, Rubia, Vaquita, Coqueta, Niño, Caramelo, Chocolate, Murci, Palermo, Maskara, Sharon, Pankara, Bigotes, Lulú, Alba, Mini, Sofí , Perdi , Ivo, Betty, Fafita, Almendra, Nacho, Alvarito, Pacman, Víctor y Epi.

Los nombres anteriores son parte de la identidad de un espacio que va de la mano con quienes lo habitan y es que aquellos que han visitado el campus de la Universidad Arturo Prat en Playa Brava seguramente encontraron a muchas mascotas que son las regalonas de los estudiantes y, en general, de todo el personal que allí labora.

Estos amados seres están a cargo de la Brigada de Rescate Animal de la Unap, organización que este próximo viernes estará cumpliendo veinte años desde su fundación.

"Hace 20 años hubo una toma en la Unap que duró muchos meses, varias veces al día varios estudiantes salían a marchas por educación de calidad y cada que vez se le sumaba un perrito de la calle y como todo el mundo les hacía cariño se fueron quedando en la universidad", recordó Francisca Abarca, vicepresidenta de la agrupación de voluntarios.

Sin darse cuenta los nuevos integrantes unapinos sumaban más de diez y esto dio pie a que se unieran varios amantes de los animales para cuidarlos y empezar hacer colectas para su alimento.

"Cuando la toma estaba llegando a término los centros de estudiantes elevaron petitorios a la federación de estudiantes para ser presentados a rectoría y nosotros pedimos que nos permitieran dejar a los perritos", dijo.

Terminada la toma el rector de la época, Carlos Merino, se reunió con los voluntario para conversar sobre el problema de tener perros en la universidad.

"Se le explicó que los perros abandonados era un tema país y que nuestra ciudad no está al margen de aquello. Nos dijo que lo pensaría si nos organizábamos. Volvimos una semana después con nombre, timbre y personalidad jurídica en camino. El rector no tuvo argumentos y la Brigada de Defensa de los Animales nació", manifestó.

Trabajo

Generalmente los perros que llegan a la universidad se quedan luego de ser sanados de enfermedades. Allí encuentran su espacio estando limpios, esterilizados o castrados para que puedan continuar su vida perruna sin mayores complicaciones.

"Tenemos jornadas de vacunación y esterilización todos los meses y en el verano le cortamos el cabello a los más peluditos para que no les de calor y libre de bichos", explicó Abarca.

Su alimentación llega los 365 días del año gracias a los turnos de trabajo que tienen los brigadistas y normalmente reciben su comida cuando cae el sol para que las palomas no hagan de las suyas.

"Aproximadamente somos diez voluntarios los que trabajamos con los perros. Tenemos una oficina en la Federación de Estudiantes y allí mantenemos su comida y los materiales que usamos para su cuidado", contó la animalista.

Sobre la importancia de cuidar a las mascotas, Abarca planteó que es necesario seguir educando a las personas para la tenencia responsable.

"Nosotros también nos enfocamos en educar a las personas porque no sacamos nada tomando el problema de base, el rescate, si no llevamos a cabo la educación que realmente se necesita", expresó.

Regalones

Son 15 las mascotas que actualmente están en la Unap y que según comentó Abarca son bien regalones.

"Están todos identificados y ellos saben que son de la universidad. La gente los conoce porque tienen su nombre y hacen sus grupos adentro", describió la brigadista y añadió que son un grupo que se autofinancia con actividades durante todo el año y las donaciones que reciben.

"La brigada funciona a base del cariño puro y voluntad de la gente que nos quiere colaborar. Nosotros con esta colaboración nos damos la vuelta todo el año para pagar los gastos veterinarios", manifestó.

A su juicio lo más importante de todos los cuidados es el amor que se les brinda a estas mascotas.

"Cuando uno les entrega cariño ellos saben que existe alguien que se preocupa por ellos y con dedicación se mejoran. Les damos tanto amor que nos llena de orgullo ver sus recuperaciones exitosas. No es un hobbie, entregamos tiempo importante para ellos", comentó.

Legendarios

Para Carla Bruna, fundadora de la brigada, otra de las características más valiosas de estos perros es su fidelidad.

"Los perritos han acompañado a generaciones de estudiantes mientras estudiaban de amanecida, consolando sus penas moviendo la cola en los carretes, persiguiendo a los Carabineros en las protestas, recibiendo a visitas ilustres, han estado en todas formando partes del paisaje unapino", sostuvo.

De acuerdo a lo que recordó cada generación ha tenido a su perro regalón. Lo más difícil ha sido costear los gastos que en años anteriores eran solventados mediante la organización de peñas y que ahora solo de colectas.

"Es gente que nos quiere, especialmente agradecemos a Gloria Palominos, Diana Aracena, Ada Garrido, Guillermo Cortés, Erika Salinas y Patricio Sesnich. Gracias a tanta gente que en forma anónima nos coopera", indicó.

A su parecer son veinte años de una vida donde cuentan con la fortuna de conocer a tanto ser maravilloso que en su silencio infinito acompañan como nadie.

"Gracias a ellos también hemos conocido el lado bueno y miserable de la gente. La realidad es dura porque se nos han muerto a perritos asesinados por patadas o quemados, han violado perritas y un sinfín de cosas. También gracias a toda la comunidad unapina, alumnos, funcionarios y académicos. Muy especialmente a los guardias que siempre están junto a los peluditos que los ayudan en la vigilancia de esta academia", finalizó Bruna.

"Los perritos han acompañado a generaciones de estudiantes".

Carla Bruna,, sobre los veinte años que tiene la Brigada Animalista de la Unap."

"La brigada funciona a base del cariño puro de la gente que nos quiere colaborar".

Francisca Abarca,, hablando sobre las herramientas que nutren su trabajo en la brigada."