Ximena Araya Monroy
A los 108 años falleció el destacado médico Raúl Sierralta Escola, quien ayer fue despedido con el cariño de sus antiguos pacientes, amigos y familiares.
Llegó a Iquique en 1940 y se quedó para siempre en la ciudad, donde conoció a su esposa Ana Standen, con quien tuvo dos hijos llamados Raúl y Patricio.
Su trayectoria laboral partió en el antiguo hospital, para años más tarde laborar como director del extinto Servicio Médico Nacional de Empleados y luego pasó al ex Servicio Nacional de Salud, donde ejerció hasta su jubilación.
Su hijo Patricio, quien siguió la misma carrera de su padre, lo recordó como un hombre que dedicó su vida a la medicina. "La gente siempre dice 'no hallo la hora de jubilar'. Él tuvo que jubilar porque era sensato que lo hiciera... pero él amaba su profesión y por eso siguió trabajando y no siempre de manera remunerada".
Tanto así que aceptaba de buena gana cuando lo invitaban a un centro de madres o a una iglesia a exponer de alguna enfermedad. "Se preparaba porque le gustaba educar", resaltó su hijo.
Esa vocación es la desplegó los últimos años en su consulta ubicada en su propio hogar de calle Zegers, donde muchos recuerdan que en diversas ocasiones lo hizo de forma gratuita.
De eso fue testigo María Salinas, una expaciente que llegó a despedirlo a la Catedral y luego al Cementerio Parque del Recuerdo, donde descansan sus restos.
"Con toda la gente fue muy atento, muy humanitario, dio todo por las personas que no tenían plata... Estoy agradecida de todo lo que hizo por la gente, en especial por los adultos mayores", dijo la vecina.
Su amor por la medicina lo compatibilizó con otra pasión, el box, donde dejó una huella imborrable como dirigente deportivo.
"Cuando fue presidente de la Asociación de Box con mucho esfuerzo creó la Casa del Deportista que estaba ubicada en Tarapacá... Se terminó con su presencia porque él acudía cuando se estaba construyendo", rememoró Jorge Taucare, secretario de la Asociación de Box de Iquique. En su trayectoria también se cuenta la formación del coro polifónico de Iquique y llegó a ser coronel como médico del Ejército.
104 años dejó de ejercer la medicina en su consulta ubicada en su hogar de calle Zegers.
